Miguel Ángel Schultz
La violencia armada en el campo de Oaxaca sigue enlutando a las familias de quienes tienen la desdicha de vivir en zonas de conflicto, que han rebasado la capacidad del Gobierno de garantizar el Estado de Derecho.
Así lo demuestra el ataque que sufrieron de nuevo habitantes y sus autoridades de San Miguel El Grande a manos de sus verdugos, este miércoles 22 de noviembre de 2023, cuando fueron asesinados en una emboscada, en el paraje “Santuario de Aves” José Pérez Mendoza y Román Cruz Murillo, agente e integrante de la autoridad de la “Villa de Guadalupe Victoria”, respectivamente; Gabriel Cruz Ortiz, representante en la Agencia de Policía de “Lázaro Cárdenas”.
También fueron asesinados dos elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) de la Fiscalía General de Oaxaca, José Luis Daniel Calvo Tapia y Minyak Omar Moreno que servían de escoltas a las autoridades de San Miguel El Grande.
Crímenes que seguramente provocará la inconformidad en la Fiscalía, que preside Bernardo Rodríguez Alamilla al cumplir los agentes investigadores tareas que no son sus obligaciones, como servir de guardaespaldas en un conflicto donde opera un grupo paramilitar.
Si bien los conflictos entre los municipios, comunidades agrarias y ejidos e interétnicos en Oaxaca no son nuevos, vienen de tiempo atrás, se siguen tratando de resolver con los mismos métodos viejos, que nunca han sido eficaces para contener la violencia armada en el campo oaxaqueño, por lo que seguirán dando los mismos resultados, más asesinados.
Uno de los método utilizados por los gobiernos caciquiles y los neoliberales fueron: “Mátense entre ustedes y con el que quede vivo nos arreglamos”.
El otro el de la “composta”, dejar hacer y dejar pasar el tiempo para que se pudra en mesas simuladas de diálogo entre víctimas y victimarios; poner precio a las vidas con ridículas indemnizaciones, “total los que mueren son los pobres”, ya que el mismo desgaste se encargara de poner fin a los enfrentamientos.
Eso mismo explica porque los problemas vienen de tan lejos, en este caso de hace por lo menos 80 años porque son parches de solución que con el tiempo se despegan y vuelven a surgir hasta con mayor fuerza, debido que esos territorios que se vuelve tierra de nadie hoy actúa lo que se llama la delincuencia organizada.
El aceite para hacer funcionar la gobernabilidad es impunidad y la creencia oficial que todo lo que se arregla con dinero “sale barato”, más en tiempos de elecciones.
Ahora con el Gobierno de la 4 Transformación de Andrés Manuel López Obrador, no se puede ni se debe permitir que los métodos sigan siendo lo mismo de los gobiernos caciquiles y neoliberales, así lo ha manifestado el propio presidente, por lo que los conservadores hacen mofa de su frase “abrazos no balazos”; frase que funcionarios entienden como impunidad y más impunidad.
El Gobierno de Oaxaca tiene todas las herramientas necesarias para realizar labor de inteligencia, saber quién mueve los hilos de la violencia desde los socavones del poder, quién introduce las armas, quién financia a los grupos armados.
La violencia y la acción de la delincuencia no se terminará ni con conciertos, ni paseos dominicales, las instancias de seguridad deben cumplir con su cometido.
Por la capacidad de fuego que ha demostrando el grupo agresor, las armas de alto poder que usa, quienes están masacrando a San Miguel El Grande, debe intervenir la Fiscalía General de la República (FGR) y el Ejército Mexicano. La propia Guardia Nacional no ha podido, con su sola presencia desalentar a esos paramilitares.
El Gobierno de Salomón Jara Cruz está ante un grave riesgo, al incorporar a personajes como asesores que brillaron en los gobierno caciquiles del pasado por utilizar con maestría la perversidad política y la violencia de grupos para policiacos para imponer la gobernanza a base de muertos, la compra de conciencias e impunidad.
La mortal emboscada tendida a las autoridades de San Miguel El Grande fue un acto bien planeado, con toda alevosía, cuyo ataque implicó el asesinato de elementos de la AEI de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), lo que demuestra que los asesinos saben que gozan de total impunidad.
Por ello, Jesús Romero López, secretario de Gobierno, tiene que ser cauto en expresar, como lo hizo en la conferencia de prensa que dio este jueves 23 de noviembre de 2023, se los dije, no vayan al lugar de riesgo palabras más palabras menos.
En todo caso habrá que solicitar al Congreso de Oaxaca, que preside la Junta de Coordinación Política de la 65 Legislatura el diputado morenista Sergio López Sánchez, por cierto nativo de San Miguel el Grande, que declare el estado de sitio en los municipios de San Miguel El Grande y Tlaxiaco.
Insisto que es necesario saber que el grupo armado que ha estado imponiendo su ley utiliza uniformes, armas de alto poder, drones, francotiradores ante eso se requiere de la intervención de el Ejército.
El enviar a solo tres o cuanto agentes de investigación de la Fiscalía resguarden a las autoridades, eso es pecar de ingenuos para resolver un conflicto de esa magnitud y mandarlos al matadero, no lo digo yo sino los hechos.
El diálogo entre víctimas y verdugos deja los resultados que estamos viendo, ya que se saben protegidos por intereses que retan al Gobierno de Salomón Jara Cruz, y a la vez al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, de ahí que no se contuvieron a pesar de la presencia de la Guardia Nacional en la zona.
Es inaceptable que no haya respuesta efectiva, por parte de las autoridades del Gobierno del Estado para contener la impunidad se informa que van por lo menos 16 mesas de trabajo, sin resultado efectivo, así llegarán decenas más acumulando más asesinatos.
El que grupo que perpetró la embocada asesinando a cinco personas no se va a detener así lo han manifestado autoridades del municipio de San Miguel El Grande, que preside Arcángel Ortiz, quien no se cansa de denunciar constantemente la actuación, de lo que expresé líneas arriba de la presencia de francotiradores, el vuelo de drones y el bloqueo de una carretera que comunica a importantes comunidades de la Mixteca Alta de Oaxaca.
Recordemos que el pasado 5 de mayo se registró el primer ataque a la Agencia “Villa de Guadalupe Victoria” por estos paramilitares asesinando tres personas e hiriendo a otras tres, incendiando diversas viviendas e incinerados vehículos, utilizando miles de balas durante un ataque que duro horas, sin que llegarán los cuerpos de seguridad del gobierno, aplicando el mátense entre ustedes luego “viriguamos”.
El pasado 5 de septiembre fueron secuestrados pobladores de San Miguel EL Grande, ante los operativos para detener a algunos de los presuntos implicados en la masacre del 5 de mayo inmediatamente se dieron más mesas de dialogo, dialogo, dialogo, dialogo, el método de la composta.
A raíz del ataque del cinco de mayo pasado Ángeles Cruz, reconocida a nivel internacional actriz, guionista, productora y directora de cine, originaria de esa localidad, difundió en redes sociales un video en el que demandó a las autoridades del gobierno de Oaxaca:
“Paren la violencia y no sigan disparando contra la comunidad de Villa Guadalupe Victoria de San Miguel El Grande, porque estamos desprotegidos ante la barbarie” y se anticipó a lo que vendría después y hoy tiene que enterrar a uno de sus hermanos.
Hoy difunde un lacónico mensaje al gobernador, que si no puede imponer la paz, que renuncie.
El gobernador debe pedir resultados a sus colaboradores y revisar quienes son los personajes que diseñan la política de seguridad de Oaxaca, alejada de los principios de la Cuarta Transformación de “abrazos no balazos” del presidente Andrés Manuel López Obrador.
@MiguelAschultz
