El maestro Cruz Herrera González, recopilador de los sones y jarabes de Tlaxiaco, quien falleció el miércoles pasado a la edad de 74 años en la capital oaxaqueña, recibió un homenaje póstumo de cuerpo presente en la Casa de la Cultura Tlaxiaqueña y en la Escuela Secundaria Federal “Leyes de Reforma”.
Después de la misa de cuerpo presente en el templo de Santa María de la Asunción de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, se le rindió el homenaje por la obra magistral creada en la década de los ochenta siendo hoy las notas representativas de los tlaxiaqueños en la máxima fiesta de los Lunes del Cerro o La Guelaguetza.
Posteriormente, con las notas de la Banda de música interpretando los Sones y Jarabes de Tlaxiaco, que dan identidad a los tlaxiaqueños, fue acompañado hasta su última morada.
Herrera González era originario de la comunidad de Llano Grande Cacahuatepec, distrito de Putla Villa de Guerrero, en la región de la Costa, desde su infancia se acerca a la música, principalmente a los instrumentos de viento, lo cual lo caracteriza dentro de la comunidad, haciéndolo participe en diferentes bandas musicales de la región.
Siguiendo sus estudios, llega hasta la ciudad de Oaxaca y la ciudad de México donde estudia música barroca, lo cual le da presencia en todo el estado de Oaxaca.
Posteriormente y con el fin de seguir compartiendo su música a los oaxaqueños, se integra a la formación educativa, principalmente en el Instituto Estatal de Educación Publica de Oaxaca donde es maestro de música en la región de la costa en planteles de primaria y secundaria, pero el destino lo traería a la Mixteca, donde formó más de 30 bandas en comunidades de Nochixtlán y Teposcolula; además de la destacada Banda Musical “Aliro Pimentel” hoy banda de música de la Heroica ciudad de Tlaxiaco.
Para 1984 siendo profesor de música de la Casa de la Cultura Tlaxiaqueña y de la Escuela Secundaria Federal “Leyes de Reforma”, con el apoyo del Doctor Octavio Pérez Cristóbal funda la Casa de la Cultura. Cruz Herrera es encomendado a realizar la recopilación de los Sones y Jarabes de Tlaxiaco con el fin de mostrar al mundo a través de música y danza la riqueza cultural de la zona en la máxima fiesta de los oaxaqueños la “Guelaguetza”.
Dentro de su recopilación y la falta de las notas perdidas se agregó a esta obra musical los jarabes denominados “Los Enanos”, “La Sarna”, “Los Borrachitos” y “El Torito” y el son tradicional de esta ciudad desde hace 25 años.