* La Secretaría de Relaciones Exteriores debe implementar una estrategia jurídica y diplomática ante organismos internacionales y ante Estados Unidos para combatir tráfico y venta de armas de fuego
Ciudad de México.- México no puede quedarse callado ni de brazos cruzados ante la “cultura” de las armas que impera en Estados Unidos, y menos cuando ésta cobra vidas de mexicanos inocentes y agrava las condiciones de violencia que imperan en la región, señaló Clemente Castañeda, vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en el Senado de la República.
En la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, programada para este miércoles, dijo que propondrá un Punto de Acuerdo de Urgente Resolución para que este órgano legislativo manifieste su condena contra el ataque a mexicanos el sábado pasado en El Paso, Texas, y exhorte al presidente de la República para combatir el tráfico de armas a través de una estrategia diplomática:
1.- Manifieste condolencias a las familias de los mexicanos fallecidos en el tiroteo del día 3 de agosto en El Paso, Texas, y manifieste una condena enérgica contra todo tipo de violencia y crímenes guiados por el odio y la discriminación. Asimismo, que el Gobierno Federal continúe brindando atención, medidas de retribución y de reparación integral a los mexicanos afectados por este atentado.
2.- Exigir al Gobierno Federal que diseñe e implemente una estrategia jurídica y diplomática ante organismos internacionales y ante Estados Unidos para combatir el tráfico y la venta de armas de fuego, incluyendo la armonización de leyes en ese país y en toda la región para combatir este fenómeno que cobra vidas inocentes y que ha contribuido a incrementar los niveles de violencia en nuestros países.
El sábado 3 de agosto, un hombre de 21 años de edad que portaba un rifle de asalto automático, abrió fuego en un centro comercial en la ciudad fronteriza de El Paso, matando a 20 personas, ocho de ellos de origen mexicano. Uno de los sobrevivientes declaró que “el tirador apuntaba a mexicanos sin disparar a blancos, y afroamericanos”.
En la propuesta del senador jalisciense se expone que la violencia causada por el fácil acceso a armas en los Estados Unidos se ha extendido más allá de sus fronteras, afectando a los habitantes de nuestro país.
Según la Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos: “México enfrenta una aguda crisis de violaciones de los derechos humanos y crímenes violentos, la mayoría de los cuales se cometen con armas de fuego”.
“El país está experimentando la tasa de homicidios más alta en su historia registrada, con dos de cada tres homicidios cometidos con armas de fuego. La mayoría de las armas recuperadas y rastreadas en las escenas del crimen en México -70 por ciento- provienen de Estados Unidos”.
Según datos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, armas provenientes de este país llegan de manera ilegal a Honduras, El Salvador y Guatemala.
Estas armas de fuego, se lee en la propuesta del senador, contribuyen a la crisis migratoria que actualmente atraviesa nuestra región, donde la violencia es una de las principales causas por las que personas se internan en el territorio mexicano en busca de cruzar su frontera norte.