* Entre 30% y 50% de las personas con Esclerosis Múltiple experimentan depresión en algún momento de su vida
* Alrededor del 25% también presentan trastornos de ansiedad: National Multiple Sclerosis Society
Ciudad de México.- La Esclerosis Múltiple, conocida como la “enfermedad de las mil caras” por manifestarse de manera diferente en cada persona, no solo impacta la salud física, también tiene un profundo efecto en la salud mental de las personas que viven con ella. Aunque los síntomas físicos son los más evidentes, el bienestar emocional juega un papel crucial en el manejo del padecimiento.
Por ello, se busca, no solamente generar conciencia sobre las dificultades que conlleva recibir un diagnóstico, de igual modo, destacar la importancia de cuidar adecuadamente la salud mental y visibilizar los desafíos que enfrentan las personas que viven con Esclerosis Múltiple, integrando el bienestar emocional como parte esencial de su tratamiento y calidad de vida.
De acuerdo con Saira Sarmiento, neuróloga especialista en Esclerosis Múltiple, “un diagnóstico de Esclerosis Múltiple puede desencadenar ansiedad, depresión y otros trastornos emocionales, lo que dificulta el manejo adecuado de este diagnóstico”.
“Es fundamental que estas personas cuenten con apoyo psicológico, además del tratamiento médico, ya que un enfoque integral no solo mejora su calidad de vida, asimismo mejorara su capacidad para convivir con los cambios físicos y emocionales de la Esclerosis múltiple”, agregó.
En ese sentido, se calcula que trastornos como la depresión puede afectar a un 50 por ciento de las personas con Esclerosis Múltiple en algún momento de su vida, y es tres veces más frecuente que en la población general.
Además, de acuerdo con los expertos, estas personas también experimentan ansiedad afectando su equilibrio emocional, lo que podría reducir la adherencia a tratamientos, con las consecuencias en la calidad de vida y aumento del riesgo de progresión de la enfermedad que esto conlleva.
“Uno de los principales retos del diagnóstico de la depresión en personas con Esclerosis Múltiple es debido a la superposición de síntomas entre ambas condiciones. Ambos comparten signos comunes como la fatiga, la dificultad para concentrarse, los problemas de memoria y los cambios en el estado de ánimo, lo que dificulta discernir si estos son causados por el diagnóstico neurológico o por un trastorno del estado de ánimo”, comentó Sarmiento.
Para lograr una valoración correcta, los médicos especialistas deben combinar evaluaciones neurológicas y psicológicas/psiquiátricas para identificar las manifestaciones que corresponden a la Esclerosis Múltiple. Un enfoque multidisciplinario es fundamental para que las personas puedan gestionar mejor los retos de la enfermedad y mejorar su bienestar de manera integral.
Al final, fomentar un entorno de apoyo y comprensión puede marcar una diferencia significativa en la experiencia de quienes viven con Esclerosis Múltiple, permitiéndoles disfrutar de una vida más plena y satisfactoria.