Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Una discreta protesta que pudo haber pasado desapercibida por el reducido número de participantes, encabezada por Rosario Serrano Villalobos, estudiante del primer semestre de antropología, en Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), el pasado día 19 de octubre, día en que fue convocado el Paro de Nacional de Mujeres, cobró notoriedad rápidamente, por el justo reclamo de la joven que utiliza una silla de ruedas para desplazarse y porque ha tomado la determinación de rebelarse a sus condiciones adversas y estudiar una licenciatura universitaria.
Serrano Villalobos -mujer de apenas 23 años de edad- con pancartas denunció el acoso que ha empezado a padecer a manos de catedráticas del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO (IISUABJO), acompañada de un reducido número de jóvenes como ella, frente al edificio de Rectoría, donde despacha Eduardo Bautista Martínez, máxima autoridad de la casa de estudios.
De acuerdo a la versión difundida por la joven a las autoridades universitarias, ha sido sometida a hechos de discriminación, segregada, insultada y amenazada por María Langlé, profesora de la materia de Antropología Lingüística; Laura Gaytán Bohórquez, coordinadora Académica, y por una empleada administrativa.
Langlé la vetó para que participara de una actividad académica a realizarse en el municipio de Santa María Tlahuitoltepec, en la zona Mixe. El motivo fue por utilizar silla de ruedas, en vez de buscar una solución, a los problemas de movilidad que presenta la universitaria e incluso en esta innoble actitud, la coordinadora del IISIUABJO, Laura Gaytán presiona a los estudiantes para que no sean solidarios con su compañera.
Ante la actitud inadecuada de la catedrática, los compañeros de Serrano Villalobos optaron por mantenerse al margen del conflicto. Actitud diferente a la observada por la directora del IISUABJO, Virginia Reyes de la Cruz, que se ha mostrado conciliadora, pero que es rebasada por la prepotencia de las otras dos funcionarias universitarias.
Sin embargo, el trascender la protesta a los medios de información, propició la intervención de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), que inició de oficio el expediente de queja DDHPO/2165/ (01)/OAX/2016 y emitió medidas cautelares en favor de la joven universitaria.
En el boletín de prensa donde da a conocer la medida, la DDHPO precisa que “debido a que tiene una discapacidad física, ha sido víctima de discriminación y segregación por parte de catedráticos y personal administrativo del Instituto de Investigaciones Sociológicas en Ciudad Universitaria”.
“La Defensoría, por medio de la medida cautelar, solicitó el cese inmediato de los actos de segregación, insultos y amenazas que señala la agraviada RSV, además de pedir que los servidores públicos involucrados se abstengan de causar actos de molestia en contra de la persona, familia, domicilio, propiedades, posesiones, bienes y derechos de la estudiante”.
Ante los acontecimientos que crecieron rápidamente, Bautista Martínez, acompañado por el defensor de los Derechos Universitarios, Odavías Martínez Soriano; el abogado General, Héctor Sánchez López y Reyes de la Cruz, sostuvo una reunión, la noche del pasado jueves 20, con los padres de la joven universitaria, que resultaron ser el diputado local del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Félix Antonio Serrano Toledo y su madre, Rosario Villalobos, activista defensora de los derechos de las mujeres.
En la reunión, Bautista Martínez, de acuerdo a un boletín de prensa difundido ayer viernes, a través de un sitio de internet, “se pronunció en contra de cualquier manifestación que promueva la discriminación y refrendó su compromiso de impulsar políticas de igualdad dentro y fuera de la Máxima Casa de Estudios de la entidad”.
Tal vez las autoridades de IISIUABJO no esperaban que los padres de Rosario, fueran quienes son, ni que un acto de protesta prácticamente en solitario, tuviera la trascendencia que tuvo, pero lo cierto es que ahora será necesario que el rector tenga que sancionar a quienes cometieron una arbitrariedad, no tanto por los papás de Serrano Villalobos, sino porque ahora así se lo demanda un organismo defensor de los derechos humanos. De todo esto se puede concluir para que tanto brinco, estando el suelo parejo.
@MiguelAschulz