* Las primeras manifestaciones, como dificultad para ver bien de noche, se presentan en infancia y adolescencia
* Es de origen hereditario y de no atenderse oportunamente, ocasionará grave daño a la retina
México, DF.- Comienza, sin razón aparente, con la pérdida gradual de la vista, sobre todo de la visión periférica, así como dificultad para ver de noche. Son síntomas de la retinosis pigmentaria, un mal hereditario que si no se atiende a tiempo terminará en ceguera total.
Ricardo Manuel Ábrego Ayala, jefe del Departamento Clínico de la División de Oftalmología, del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, explicó que la retinosis pigmentaria se manifiesta con una visión borrosa, debido a la degeneración progresiva de la estructura del ojo sensible a la luz: la retina.
Sucede, especificó el oftalmólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que poco a poco se van perdiendo las principales células foto receptoras que forman la retina, llamadas conos y bastones.
Las primeras expresiones de la retinosis pigmentaria suelen tener lugar en la infancia o la adolescencia y, por lo general, tiene carácter bilateral pues afecta ambos ojos. Esta degeneración ocular avanza en forma lenta y paulatina conforme pasan los años y se acentúa entre los 40 y 50 años de edad.
En promedio, explicó Ábrego Ayala, daña a una de cada cuatro mil personas a nivel mundial y es más frecuente en varones, que representan 60 por ciento de los casos. Es considerada como la primera causa de ceguera de origen genético en la población adulta, destacó.
Además, afirmó el jefe del Departamento Clínico de la División de Oftalmología del Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, la retinosis pigmentaria hace que la persona tenga una sensación de visión en túnel, en la que el paciente tiene que girar constantemente la cabeza para observar lo que se encuentra a su alrededor.
El principal problema con estas manifestaciones es la ausencia de dolor, debido a que no hay ningún componente inflamatorio, por lo que algunas personas pueden considerar las molestias como pasajeras y no acudir al médico a los primeros síntomas, advirtió.
En el caso de los infantes, dijo Ábrego Ayala, la complicación está en que ellos suponen que así es su visión normal.
Precisamente en la ausencia de dolor e inflamación radica la importancia de que los pacientes con los primeros signos de reducción visual acudan a una revisión, aseveró, a fin de que el especialista tome las medidas oportunas para contener el avance de la retinosis pigmentaria, enfermedad para la que, hoy por hoy, no existe cura.
El tratamiento que el IMSS otorga a los derechohabientes con este problema dependerá del estado de su visión. Por lo general, resaltó, se receta el uso de lentes, a veces con espejos para ampliar el campo visual, así como una dieta rica en antioxidantes y omega 3, presente en semillas como la nuez y pescados azules como el atún.