Por Horacio Corro Espinosa
Para el 20 de junio de 2017
Hay muchas personas que de niños nunca conocieron el amor de un padre. Nunca gozaron de un buen ejemplo del papá. No recuerdan ninguna ocasión en que éste los hubiera llevado a algún lugar o les dedicará parte de su tiempo. No recuerdan haberse sentido orgullosos de él ni de haberlo imitado.
Algunas personas me ha dicho: “a mí no me gustaría ser como mi papá. Nunca”.
Pero todo esto sucede porque no hay un lugar donde graduarse para ser padre de familia. Los requisitos y las tareas para ocupar ese cargo son muy pocos. La mayoría de nosotros tenemos que aprender por experiencia, probando e intentando. Alguien dijo que no se llega a ser un buen padre hasta que los hijos son padres.
Definitivamente todos los papás tenemos buenas intenciones pero nos sentimos abrumados por todo lo que se requiere al tratar de equilibrar el matrimonio, la carrera profesional o el oficio, los intensos horarios de trabajo, y la paternidad.
A los papás de hoy nos tocó vivir en un mundo que muchas veces representa una amenaza para nuestro matrimonio, para nuestra familia y para nuestros hijos.
Nos tocó vivir en un tiempo donde se rechaza la moralidad, se glorifica al sexo y la violencia, se festejan las drogas, las borracheras y las groserías como si fueran una gracia. Vivimos en una sociedad que ha perdido la habilidad para decir la verdad y lo que es bueno.
Estamos en un tiempo donde la sociedad considera a la verdad y a la moralidad de acuerdo a sus gustos, pues ésta última ha sido reemplazada por la preferencia individual.
La relación del niño con su papá es un factor decisivo para su salud, para su desarrollo, y para la felicidad de este jovencito – jovencita. Les pongo seis datos que saqué de diferentes libros. Sólo les voy a dar los resultados de la investigación.
1.- La ausencia del padre es un factor que contribuye más a la delincuencia juvenil que la pobreza.
2.- Los índices de crímenes son más elevados entre adultos que fueron criados exclusivamente por mujeres.
3.- La conversación del padre con el hijo, especialmente durante la comida, estimula al niño a tener un mejor rendimiento en la escuela.
4.- El acercamiento de los padres es importante para evitar la hipertensión, las enfermedades coronarias cardíacas, tumores malignos, enfermedades mentales y suicidios.
5.- La anorexia nerviosa, que es un desorden alimenticio, es por la falta de una estrecha relación con sus papás.
6.- La ausencia física del padre contribuye a que el niño tenga baja motivación para superarse, autoestima baja y facilidad para integrase a grupos de delincuentes juveniles.
Así es señor papá, aunque no lo creas, tu relación actual con tus hijos e hijas es un espejo verificable en el crecimiento de ellos.
Es probable que esto que acabé de decir te haga sentir incómodo. Yo creo que todos hemos sido ineficaces en algunos aspectos como padres, es natural, pero todos podemos mejorar y enderezar el rumbo.
Aun así, con todas las metidas de pata que hemos tenido, felicidades, no por que acabó de pasar el día del padre, sino porque como padre, aún estamos a tiempo de poder corregir lo que nos hace falta o lo que aún no hemos hecho.
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