Jesús Rito García
No piense hablaré de medicina, ni de formas para prevenir esta enfermedad tan grave, ni tampoco le estaré dando cifras o recetas para controlar la glucosa. No, solamente hablaré de mi experiencia con esta enfermedad.
Recuerdo que desde muy pequeño, en casa sólo se tomaba agua de limón sin azúcar, además, todas las mañanas mi madre ponía en la licuadora mil cosas mezcladas con nopal, que mi padre se tomaba. Yo sólo lo veía antes de ir a la escuela y no me quedaba más que decir, ¡Wacala!
Conozco a tantas personas que padecen esta enfermedad, lo malo es que todos me dicen que es hereditaria, por tal motivo estoy sentenciado a tenerla, bueno si no cuido mi alimentación. Aunque no es queja, ni excusa, pero hoy en día quién puede llevar una dieta balanceada y comer lo más sano posible. Bueno, sí se puede, pero en la ciudad cada vez es más complicado, tienes que organizarte a conciencia para hacer compras, prepararlas, llevarlas al trabajo (además, evitar antojos que se encuentran por doquier, como tacos, tortas, tlayudas, pizzas, hamburguesas, tamales, etc. Infinidad de comida deliciosa, pero “supuestamente” dañina).
El problema es que el ritmo que tenemos, principalmente los jóvenes, no nos lleva a otra ruta, más que a la comida rápida, si es que tienes dinero, sino a las malpasadas y comer cuando hay. En fin, repito, no es justificación pero está difícil, ¿o no?
Si la diabetes es un mal que nos aqueja a todos, al igual que el cáncer y el SIDA, ¿por qué se habla poco de esto? Por qué existen grandes campañas de prevención del SIDA, que si debes usar condón, que debes de fijarte con quién te metes, que si evitar la vida loca y desenfrenada, que si esto, que si lo otro. E insisto, aquí no voy a hablar de cifras, pero cada vez hay más y personas, lamentablemente muy jóvenes con diabetes (y niños también).
Ayer hablaba con unos amigos y llegamos a la conclusión que una parte del problema viene de la alimentación y no hacer ejercicio. Ya saben, levantarse muy temprano, salir a correr, ir al gimnasio, nadar, andar en bici, todo lo que tenga que ver con ejercitarse. Imagino que hace muchos años las personas no padecían esta enfermedad a tan temprana edad, porque el ritmo de vida y la alimentación eran diferentes, trabajaban en el campo, en la pesca o en alguna actividad física, cosa que ahora nadie quiere hacer. Por una u otra razón, es difícil ejercitarse, ya que si trabajas muy lejos de tu casa, no creo que quieras irte caminando, así que lo que haces es tomar el transporte público, o comprarte un auto y no bajar de él hasta llegar a la oficina, al negocio, a donde sea. Y en muchos casos sólo llegas a sentarte en la computadora o estar en el mostrador.
Sé muy bien que no todos llevan la misma rutina, sé que a muchas personas les fascina el deporte y hacen mucho ejercicio, pero es muy cierto que la diabetes es un mal que aqueja a muchos. Y creo que debe dársele más importancia a la prevención, ya que es incurable y sólo hay que tener que cuidarse, tomar pastillas, ahora sí, hacer deporte por prescripción médica, comer a sus horas, cuidarse las heridas, en fin mil cosas que deberíamos hacer mucho antes. Pero es difícil cambiar de hábitos de la noche a la mañana, es algo que tiene que ver con la economía y la fuerza de voluntad.
Otra cosa que se le puede agregar a esta enfermedad es la otra enfermedad o padecimiento llamado “estrés”. En fin, ya no sabemos para dónde movernos, que si la comida, que si el ejercicio, que si el estrés. Todo eso parece ser parte de nuestra vida diaria y difícilmente se puede evitar. A quién no le ha tocado un día de tráfico, ya saben eso de quedarse horas y horas varado por alguna manifestación o lo que sea; seguramente estaremos muy tranquilos y sin problemas, diremos, no pasa nada, pueden impedir el paso a donde voy cuantas veces quieran, eso no me afecta en lo más mínimo. Yo creo que habría que tener un estómago mágico para soportar todo eso.
Las enfermedades siempre atacan al ser humano, en realidad no es un castigo divino, es parte de la vida; además, si antes no se enfermaban de diabetes, cáncer o SIDA; sí morían de una simple gripa y padecían poliomielitis y cosas más graves. Así como existe la ropa de temporada, también pueden haber enfermedades de moda… qué más podemos decir. Esperemos no padecerlas, y si no es posible evitarlo, que no sea tan doloroso por favor.