Oaxaca.- La falta de operatividad de la Fiscalía para la Atención de los migrantes en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, es nefasta para los migrantes, en su paso por el Istmo de Tehuantepec hacia los Estados Unidos, expresó Alejandro Solalinde, director del “Albergue Hermanos en el Camino” de Ciudad Ixtepec.
Ya que la instancia judicial no tiene los recursos adecuados, pero lo más delicado es “la actitud del titular de la misma”, Nahúm Pineda Montero, porque a pesar de ser una persona íntegra no tiene la experiencia ni acepta apoyarse en nosotros, dijo el también coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano.
Reveló que ha habido un distanciamiento con el fiscal, “ya hubo un incidente, lo cual augura una separación en el trabajo; no es posible que quienes buscan la defensoría de derechos humanos de los migrantes se vuelvan nuestros enemigos”, puntualizó Alejandro Solalinde.
En este sentido, mencionó que pedirá la intervención del Poder Legislativo para coadyuven a encontrar una alternativa de solución en ese asunto.
Por otra parte, consideró que la alternancia no es una competencia de colores, sino un reto para todos, en el cual los partidos políticos deben de participar y superar el error de considerar que es tiempo de uno solo, por el contrario, es tiempo de Oaxaca y de México.
Al mismo tiempo que manifestó su beneplácito por la creación del Instituto de la Defensoría Pública del Estado de Oaxaca, luego de reunirse con el presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Congreso del Estado, Pavel Renato López Gómez
Sin embargo, destacó que para que este Instituto opere, una vez que la LXI Legislatura apruebe su creación, deberá haber un proceso de educación en el que todos tendremos que estar involucrados.
El Instituto es un órgano en el que se integra la Defensoría de Oficio para la Asistencia Jurídica de personas que lo requieran en los procesos penales, según establece la iniciativa de ley enviada por el gobernador Gabino Cué Monteagudo.
El diputado López Gómez y el sacerdote Solalinde Guerra dialogaron ampliamente sobre el tema, especialmente sobre los beneficios que traerá consigo la creación del referido Instituto.
El defensor de los derechos humanos de los migrantes, afirmó que la alternancia constituye una oportunidad de cambio y un desafío, pero tampoco se puede decir que aunque cambie un color todo va a ser maravilloso.
Dijo que, aunque su responsabilidad principal es la de ser defensor de derechos humanos de los migrantes, “si puedo hacer algo por los oaxaqueños lo haría con mucho porque amo este estado y a su gente”.
“Pero especialmente los pueblos mixtecos tienen un lugar muy especial en mi corazón, porque han sufrido la embestida de la destrucción cultural y también de su hábitat”, aseguró.
Solalinde Guerra dijo que preocupa que el Estado Mexicano en el contexto de las medidas cautelares esté conminado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a reconocer la labor de la Pastoral de la Movilidad Humana, “Pero por otro lado pone en duda y acusa de un trato inhumano la labor de defensoría de los migrantes que hago y me acusa de abandono de personas, cuando sólo somos una ayuda humanitaria”, indicó.
Destacó que tiene la conciencia clara de que en la medida que cuestione a los sectores donde se dañan derechos humanos de cualquier persona, va a crecer la hostilidad hacia su trabajo.
Afirmó que nada lo cambiará ni lo intimidará; por el contrario, va a seguir adelante en su labor. Añadió que no acusa a nadie ni siente rencor hacia nadie, porque tampoco lo mueve el odio. “Tengo fuego y pasión suficiente y no necesito fuero como los diputados”, puntualizó.