– Incongruencias: exige un compromiso contra el cambio climático mientras en México promueve un mayor uso de combustibles fósiles
– Denuncia la especulación de los alimentos mientras en México favorece a empresas transnacionales que promueven los transgénicos y monopolizan los mercados de granos básicos
México DF. El presidente de México, Felipe Calderón, mantuvo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas un doble discurso, ya que por un lado se pronunció tomar medidas contra el calentamiento global en tanto su política energética promueve el uso de combustibles fósiles y la siembra del maíz transgénicos.
Lo anterior lo denunció Greenpeace, que precisó que Felipe Calderón favorece con su política agropecuaria a las grandes transnacionales alimentarias, con la producción de semillas transgénicas.
Por ello su discurso en el primer día de trabajo de la Asamblea General de la ONU, ante los representantes de120 naciones criticó a las financieras que pretenden apoderarse de los alimento del mundo y a los gobiernos que no toman medidas contundentes contra el cambio climático.
Felipe Calderón cuestionó que hoy las ventas de maíz y de trigo en el mundo son en más del 30 por ciento para empresas financieras.
Pero no le preocupa que en México se favorezca el acaparamiento de los principales granos para la alimentación a empresas monopólicas como Maseca y Minsa, a través de programas como Aserca (Apoyos y servicios a la comercialización agropecuaria).
Asimismo, se olvida que con el Programa de apoyos directos al campo (Procampo) el 80 por ciento de los subsidios, quedan en manos de productores agroindustriales del país dejando fuera a los pequeños productores.
“Es contradictorio que Calderón, por un lado, rechace el acaparamiento de firmas financieras y por otro entregue el control de granos básicos para la alimentación, como el maíz, a empresas como Monsanto, la cual detenta 95 por ciento de las patentes de semillas transgénicas a nivel global”, señaló Greenpeace.
“El Gobierno de Felipe Calderón ha otorgado 76 permisos de siembra de maíz transgénico a las transnacionales Monsanto, Dow Agrocience, Pioneer y Syngenta. Cabe señalar que el 85 por ciento de las variedades transgénicas con las que se está experimentando en nuestro país son propiedad de Monsanto”, informó Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y Transgénicos de Greenpeace México.