Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Luego de un sexenio, el PRI regresa a gobernar Oaxaca con Alejandro Murat Hinojosa, quien tomará las riendas del estado el próximo 1 de diciembre con una administración en ruinas, en las que difícilmente podrá construir una entidad diferente a la que es hoy, donde en las últimas 24 horas se registraron ocho ejecuciones en el Istmo de Tehuantepec, que muestra la creciente inseguridad y violencia que parecen desbocadas y no se diga de la desastrosa situación financiera en la que se encuentra, que ya no tienen para pagar a sus deudores.
Las arcas gubernamentales están vacías, por no decir saqueadas, con adeudos que sobrepasan la capacidad de pago del gobierno estatal, por lo menos en los dos primeros años. El propio gobernador Gabino Cué Monteagudo, ha reconocido que tiene la necesidad de solicitar un préstamo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por dos mil 500 millones de pesos, para pagar deudas que ha contraído con proveedores y acreedores.
Llamarle préstamo a los dineros que le urgen al mandatario resulta un eufemismo, porque en realidad lo que está pidiendo no lo pagara él, por lo tanto no es préstamo. Ese dinero es una deuda, que se pagará con los recursos públicos que le llegarán a Oaxaca y que le descontarán de sus participaciones que le destina el gobierno federal a Oaxaca, para solventar sus principales carencias, que son muchas.
Ante este panorama, llama la atención el boletín de prensa emitido ayer por Murat Hinojosa, donde hace un llamado a “todas las fuerzas políticas” para que el presupuesto federal para Oaxaca en 2017 no se vea severamente afectado, como de hecho se espera lo sea, tomando en cuenta que en el presente ejercicio presupuestal fue de 85 mil 497 millones 416 mil 996 pesos, que representó a su vez el 2.6 por ciento más de lo autorizado en el 2015.
Hasta este momento se anticipa que el presupuesto para la entidad será de 55 mil 039.4 millones de pesos, salta a la vista que es muy inferior con el que contó la administración que termina, con pobres resultados, baste ver el reclamo de los trabajadores del sector salud que demandan, a través de un paro de labores, desde uniformes hasta medicamentos para los hospitales.
En el parte del cuerpo del boletín de prensa, firmado por Michelle Rivera, enviado desde el correo oaxacaparaelfuturo@gmail.com, se agrega que “Las condiciones de rezago, pobreza y complejidad de nuestro estado demandan la solidaridad y sensibilidad de la Federación y de todas las fracciones parlamentarias en la Cámara de Diputados, enfatizó Murat Hinojosa”.
Sin embargo, no dice ni pío, de la situación tan grave de las finanzas estatales, que de acuerdo a información difundida el endeudamiento que dejará Gabino Cué va de los 14 mil millones de pesos, según declaraciones atribuidas al titular de la Secretaría de Finanzas, Enrique Arnaud Viñas, apenas el 6 de octubre pasado; hasta los 20 mil millones de pesos, según opinión de observadores de las finanzas públicas.
De acuerdo al mismo Arnaud Viñas dice que la deuda que dejó el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, fue de casi siete mil millones de pesos, no de cuatro mil 615.4 millones, como informó, en su momento, Gerardo Cajiga Estrada, secretario de Finanzas del “Gobierno del Cambio”, de Gabino Cué, pues entonces quién saber porque lo dijo.
Murat Hinojosa tampoco hace referencia a los señalamientos de corrupción que se han hecho a la actual administración por miles de millones de pesos. El periódico El financiero publicó el 16 de mayo pasado, que Jorge Castillo Díaz, “operador del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, y ahora también del candidato del PAN-PRD, José Antonio Estefan Garfias. En la actual gestión ha amasado una fortuna estimada en siete mil mdp, de acuerdo con información en poder de El Financiero”.
Todos sabemos el final de la historia, hasta ahora, que quién ganó las elecciones fue Murat Hinojosa, y no Estefan Garfias, candidato del PAN-PRD, cuando tenía todo para triunfar pero cuya candidatura fue dinamitada desde un inicio, con la ruptura del senador perredista por Oaxaca, Benjamín Robles Montoya, quien se hizo candidato del Partido del Trabajo (PT) y que así se llevó votos que necesitaba Estefan Garfias para ganar, entre otros movimientos que se dieron que le hizo perder estructura electoral.
A decir de operadores políticos del PRI, Estefan Garfias fue entregado “amarradito”, a cambio de que no se investigara nada de la desviación de los recursos públicos, aunque en política no hay nada escrito, ya veremos si Alejandro Murat, quiere vender su futuro por un plato de lentejas, estando ya en el poder, o decide se transparente el destino de los miles de millones de pesos que fueron saqueados de las arcas públicas de Oaxaca y que ahora están en paraísos fiscales.
@MiguelAschulz
