México DF.- Es muy grato para mi dirigirme a quienes dedicaron los años más productivos de su vida a la educación de la niñez de Oaxaca, cuando educamos estamos construyendo utopías, el futuro es utopía y la utopía está en nuestras manos, el educar requiere de una alta dosis de sacrificio, de entrega, de vocación, la mayor satisfacción es ver a nuestros alumnos y alumnas convertidos en hombres y mujeres plenos. La labor educativa esta en todos los actos de la vida cotidiana y ahí está nuestro trabajo.
Mis maestros en mi pueblo y luego como maestro en otros pueblos conocí, que hay dos clases de festejos este día, uno el que viene de las manos campesinas que comparten el pan y la sal y el otro, el que estamos hoy en este evento celebrando, aquí estamos juntos compañeros, los que desde hace treinta y cuarenta años se conocieron en las escuelas y quienes se conocieron también en los campamentos, en nuestras calles y otras calles aquí estamos los unos y los otros.
La gente de “razón”, es decir los que no son como nosotros, los que son del color del dinero, han mandado a decir que tienen la voluntad de hacer mejor la educación y que somos sus amigos, nos quieren con ellos. Agradecemos mucho su deseo y deseamos también que nuestra amistad poco les haga falta. Queremos manifestar que junto a su reforma educativa hemos observado que contiene la manera de acabar con nuestra identidad y de arrebatarnos de nuestros pueblos y de nuestra historia, reduciéndonos a competidores de nosotros mismos, dicen que una mejor educación es cerrando escuelas públicas.
Cuando pienso educación, siento, recuerdo, imagino: nubes, ríos, y bosques, quiero decir festejo, tequio, cargo, camino en la montaña abuelos, padres, hermanos, educación para nosotros es color y forma al rostro, es PUEBLO y todo lo que allá pasa y sucede.
Ustedes maestros, quienes caminaron el camino hacia la escuelita en el monte, quienes en cada andar para el cerro dejaron en las veredas utopías, luego también caminaron los caminos de asfalto en el inicio de este histórico movimiento e hicieron surgir nuestro MDTEO, y miraron las estrellas desde el zócalo y luego supimos de nuestros muertos, que son muy nuestros, de nuestros asesinados, de nuestros desaparecidos, nuestros encarcelados. Para los que se fueron en este deambular un recuerdo glorioso y para los que los hicieron nuestros muertos un YA BASTA
Es bueno saber maestros, que nuestros muertos nunca se alejan de la tierra. Somos parte de ella y la flor perfumada, el olor a tiza, el arcoíris de olores del rincón de los viejos libros de la biblioteca, todo eso no se aleja con la muerte
Es paradójico este festejo con la carga de dolor que hemos padecido en estos treinta años… el MDTEO, su resistencia, el 2006, nuestros muertos y la exigencia de castigo a los responsables, la educación y el conocimiento que han sido construidos, no son suficientes para responder y se percibe la impotencia; prefiero como ustedes me enseñaron, sentir y pensar a mis maestros del pueblo, a mis padres, mis abuelos en el campo, en mis compañeros maestros, en mis amigos, en mis problemas, en mis hijos, vienen con ellos, una sensación de plenitud que me lleva a un plano de la realidad distinta a la habitual, no pienso abstracciones, el abuelo, el padre, los amigos son nítidos, con nombre y acciones en lugares específicos, sus enseñanzas estaban matizadas por eventos acompañados siempre de sentimientos o intenciones de vida, cada acción y conocimiento obtenido de estas acciones estaban significativamente acompañadas con una dosis de sentimientos, no se cortaba leña por destruir el árbol o ganar dinero, sino para coser los alimentos, si se escarbaba la tierra era para sembrar y no para arrancar de ella sus minerales.
Así como nosotros no cerramos calles para molestar a la población, ni para recibir injurias, ni para dejar olvidados a nuestros niños, reitero… Cada acción y conocimiento obtenido de estas acciones estaba significativamente acompañadas con una dosis de sentimientos, somos pueblo, somos maestros.
Sentir el amor, sentir la libertad, sentir lo justo, sentir la armonía, fueron las sencillas cosas que me enseñaron y en las aulas aprendí que la acción acompañada de sentimiento hace diferente el conocimiento.
Porque me enseñaron a sentir…
Porque me enseñaron a luchar…
Porque me enseñaron a resistir…
¡FELICIDADES MAESTROS!
Con admiración y respeto.
Profr. Azael Santiago Chepi
Secretario General Sección XXII SNTE CNTE
15 de mayo de 2012.