Por Octavio Aristeo López, especial para oaxacaentrelineas Es la época de la lucha revolucionaria. Es la época de las grandes transformaciones revolucionarias en México. Estamos preparados los revolucionarios a dar la lucha en ésta etapa nueva histórica de México, y esta lucha nace de las entrañas del pueblo de México, por ello, tenemos energía combativa y revolucionaria. Los revolucionarios estamos convencidos que son necesarias las reformas democráticas pendientes, obtener recursos inmediatos y salvar la situación del país; los revolucionarios nos enriquecemos y nos desarrollamos permanentemente con nuevas experiencias, con nuevos conocimientos; somos creadores, esto nos permite evolucionar a nuevas etapas creadoras, sustituir nuevas tesis, nuevos conceptos, por otros, nuevas tácticas y estrategias de lucha. Los reaccionarios viven en el pasado y con el pasado, no ven el presente ni el futuro. Por lo mismo, los sectores reaccionarios están en contra de los cambios revolucionarios y democráticos del país; tratan de detener el progreso del país; están por el retroceso económico, solo especulan; son egoístas, no soportan la crítica y están a favor del oportunismo para presionar y doblegar a los revolucionarios que están por los cambio que necesita México. Sabemos los revolucionarios que Pemex no se va a vender y los reaccionarios sostiene que si se vende Pemex, piensan estos reaccionarios que la sociedad es ignorante, fácil de manipular. Más bien los reaccionarios tienen hambre de poder y de riqueza. La sociedad evoluciona, avanza constante, a veces a un ritmo rápido, acelerado, determina la necesidad de un análisis profundo y concreto de los nuevos fenómenos de la realidad; precisar, impulsar y enriquecer continuamente los conceptos más importantes con un nuevo contenido a ésta época revolucionaria. La actividad de transformación revolucionaria está encaminada a modificar radicalmente la realidad para beneficiar a la sociedad mexicana. Por lo mismo, la corrupción es parte del reflejó en el rostro de los reaccionarios, y el narcotráfico creció en gobiernos reaccionarios; que tratan de ocultar estos hechos para especular con la realidad y vender una realidad imaginaria; su realidad es sanguinaria y violenta; por ejemplo en Michoacán que ha pasado por el sistema federal y centralista desde 1824, ha tenido gobernadores como el general Aristeo Mercado, Gertrudis G. Sánchez, Pascual Ortiz Rubio, general José Santos Degollado Sánchez, Vicente Florencio Carlos Riva Palacio Guerrero, Francisco José Múgica Velázquez (en el gobierno de Lázaro Cárdenas), Dámaso Cárdenas del Río (ocasiono problemas al gobierno federal), Agustín Arriaga Rivera (que la familia Cárdenas trato de manipularlo y por no dejarse le ocasionaron graves problemas sociales en la entidad apoyado de jóvenes michoacanos en aquel entonces como Leonel Godoy Rangel, Jesús Reyna García, entre otros), Carlos Gálvez Betancourt, Carlos Torres Manzo (que también tuvo problemas con la familia Cardenista), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (también Jefe de Gobierno del Distrito Federal de 1997 a 2000 y líder moral del PRD), Lázaro Cárdenas Batel (Gobierno del PRD), Leonel Godoy Rangel (Gobierno del PRD). El PRD gobernó Michoacán durante 12 años, de 2000 a 2012, éste periodo se fortaleció el narcotráfico y sus grupos armados, la corrupción fue escandalosa; lo que está sucediendo en Michoacán es resultado de los gobiernos del PRD y de la familia Cárdenas. Los reaccionarios destruyeron Michoacán, ahora los revolucionarios tenemos hoy que reconstruir Michoacán. Estos reaccionarios, crean conflictos cuando observan cambios que les afectan, los cambios les afectan y utilizan la violencia. Por ello, un viejo Dictador amenaza al gobierno revolucionario, está preparando su fiesta para bailar, reír y cantar. Se mueve en un mundo delirante y de misticismo que amenaza al pueblo de México para evitar las reformas no le importa el sufrimiento del pueblo y que el suelo se tiña de sangre. Solo los reaccionarios con su egoísmo mezquino adquieren bienes con el sufrimiento del pueblo. Tienen dos formas de presionar para que no se realicen las reformas necesarias que requiere México: uno, chantajear sus apoyos al Pacto por México, y dos, por medio de movilizaciones sociales, hasta llegar a la violencia; todo para doblegar a los revolucionarios invertirán sus capitales financieros para movilizar a la sociedad cuando así lo requieran, estos reaccionarios están retando a las fuerzas revolucionarias. Los reaccionarios tienen miedo al cambio, porque tienen miedo a ser olvidados, por ello, prefieren el desorden, reaccionan con desorden; son inestables porque viven en la incertidumbre, tienen una vida problemática desequilibrada. Están en crisis psíquica, con pensamiento delirante, creen lo que existe solo en sus mentes. Niegan la corrupción y son corruptos, están en contra de la impunidad y buscan con delirio la impunidad, solo son una secta reaccionaria que quieren teñir al país de sangre. La razón y la fuerza están con los revolucionarios. El revolucionario nunca se rinde. Ser revolucionario no es ponerse unos zapatos rotos, pantalones rotos, dejarse crecer la barba, criticar sin argumentos, aventar frases populistas para manipular los sentimientos de las masas, ese no es un revolucionario. Dice Luciano de Samósata: “Sócrates.- ¿Por ventura no advertimos, comparando los hombres entre sí, que existe una gran diferencia entre la fuerza de los unos y la debilidad de los otros?.” El revolucionario es fuerte. Enrique Peña Nieto se someterá a una operación el 31 de julio, saldrá más fuerte de esta operación. Afirma el revolucionario democrático que lucha contra el apartheid, el racismo y la desigualdad de su pueblo Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz y primer presidente negro de Sudáfrica “Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”. Mi más sentido pésame a la familia del Vicealmirante Salazar Ramonet y familias de los elementos de la Marina caídos por defender al pueblo. Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México oaristeolopez@gmail.com