El petróleo es de los mexicanos no de un grupo reaccionario

Por Octavio Aristeo López, especial para oaxacaentrelineas En el mensaje del Presidente Demócrata, en cadena nacional de radio y televisión el 12 de agosto de 2013, señala lo que en este espacio hemos comentado constantemente sobre la reforma energética: “Esta Reforma representa una de las más grandes oportunidades para México de los últimos años. Si aprovechamos esta gran oportunidad se crearán cientos de miles de nuevos empleos y con mejores salarios…Con la Reforma que propongo, el petróleo y los demás hidrocarburos seguirán siendo de los mexicanos. Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera. Con esta Reforma PEMEX se mantiene como una empresa cien por ciento propiedad de la Nación. PEMEX no se vende ni se privatiza. PEMEX se fortalece y moderniza. Es tiempo de aprovechar al máximo los recursos energéticos del país. Ese es el propósito de la Reforma Energética: Beneficiar a los hogares, crear empleos y fortalecer la soberanía nacional. Este es un gran momento para México. Es tiempo de ir hacia adelante, de aprovechar la gran oportunidad que tenemos y de iniciar juntos una nueva y mejor etapa de nuestra historia”. Y en la Presentación de la Iniciativa de Reforma Energética, que tuvo lugar en el Salón Adolfo López Mateos de la Residencia Oficial, el mismo día 12 de agosto de 2013, señaló: “México se encuentra ante una oportunidad histórica. El país tiene la posibilidad de emprender una Reforma Energética capaz de transformar y elevar la calidad de vida de todos los mexicanos”. Estamos ante un nuevo orden mundial, un nuevo orden en el campo económico, en el social y en el político; es un nuevo orden mundial diferente al del siglo XIX y siglo XX, somos los revolucionarios del siglo XXI, estamos ante una nueva revolución diferente, ante un mundo diferente, ante una sociedad diferente al siglo XIX y al sigo XX; estamos en una revolución de avanzada, que evoluciona y revoluciona la vida de los mexicanos. Llevemos a consulta del pueblo la reforma eléctrica, los revolucionarios representamos al pueblo de la calle, de la plaza, del barrio, de las comunidades, en diferentes áreas de la sociedad que está en movimiento; ganaremos los revolucionarios que estamos a favor de la reforma eléctrica y demostraremos que el petróleo es de los mexicanos y no de un grupo reaccionario. Es necesario ajustar la Constitución a la realidad actual, estamos en el siglo XXI y no a principios ni a mediados del siglo XX, la Constitución se tiene que adecuar a la realidad concreta actual. Avanzaremos, somos ejemplo del mundo a seguir. Los intelectuales orgánicos de los reaccionarios de la izquierda radical ofenden la inteligencia de los mexicanos, son mentirosos, intolerantes, repiten hasta el cansancio mentiras que no son verdades, engañan al pueblo. Interpretan a su conveniencia lo que ellos consideran la realidad, solo son interpretes y desechan el pensamiento científico porque consideran que no construye realidades, solo los intérpretes como ellos construyen realidades, no la realidad del pueblo. Estos intérpretes de la realidad, crean doctrinas y confunden, no aceptan cuestionamientos porque consideran al pueblo ignorante, minimizan al pueblo, lo ofenden. Estos intelectuales orgánicos de los reaccionarios a la reforma energética, consideran que el pueblo no es feliz, porque ellos no son felices, entonces el pueblo no es feliz, viven del pasado y en el pasado. Estos intelectuales reaccionarios solo crearan ruido, se burlan de las reformas y señalan el fracaso de cada reforma, porque son catastrofistas espantan y estimulan el miedo entre los revolucionarios para que no sigan las reformas; olvidarse de las reformas y no se haga nada, prefieren el México inmóvil que el México dinámico. Ahí están los innumerables artículos en los periódicos de circulación nacional, comentarios por radio, televisión e Internet, leemos y escuchamos sus voces sepulcrales llenas de odio y amenazas en contra de los revolucionarios; lleno de infamia ya desplegaron una campaña de movilizaciones para evitar las reformas revolucionarias, desde el extranjero también lanzan mensajes contra los ideales políticos y sociales de ésta nueva era revolucionaria de México, enemigos de la reconstrucción social y del movimiento revolucionario. Su intento es demostrable: ahuyentar la inversión extranjera en México para que beneficie a otros países; realizan el trabajo sucio en México para que otros países sean los beneficiarios de la inversión extranjera, y estos países beneficiados pueden apoyar a estos reaccionarios con recursos materiales, económicos y de divulgación así evitar que se impida todo tipo de reforma en México, como es el caso de la energética. Deberían estos intelectuales orgánicos de los reaccionarios interpretar la siguiente reflexión de Seneca, filósofo, político, orador y escritor romano: “El mal, el gran mal de la ira, es que no atiende a razones. Hasta la verdad le indigna cuando mal de su agrado resplandece: con gritos de furor se encarniza contra el hombre a quien persigue despedidamente, colmándolo de injurias, de sarcasmos y de maldiciones”. El leer editoriales de periódicos del mundo sobre la reforma energética, nos enteramos de comentarios lamentables como es el caso del periódico español El País del viernes 16 de agosto de 2013, señalo: “La estatal Pemex es un gigante obsoleto y afectado por la corrupción. Baste señalar que la producción petrolera se ha reducido en una cuarta parte en los últimos diez años. Y que México, que cuenta con enormes reservas de hidrocarburos, debe importar ya gas y gasolina…No habrá concesiones, sino contratos de utilidad compartida, siguiendo el modelo de Ecuador, Irán o Irak. También quiere impulsar la participación de particulares en la generación de electricidad, lo que abarataría el costo para empresas y ciudadanos”. Corrupción, corrupción y corrupción, el gas y la gasolina es cara porque la exportamos, es humillante para los mexicanos, porque existen intermediarios que se benefician de esta situación y están por obstaculizar la reforma energética. Los reaccionarios están porque no se reforme la Constitución, y los revolucionarios estamos porque se reforme la Constitución, por la complejidad de los problemas sociales obligan los cambios constitucionales. Por lo que los revolucionarios estamos por una reforma radical que beneficie al pueblo mexicano y no beneficiar a la clase capitalista usurera reaccionaria, dedicada al lucro que concentra la riqueza en un pequeño grupo de mexicanos y extranjeros reaccionarios. Sabemos los revolucionarios que surgirán nuevos problemas, nuevos conflictos entre el pueblo y los capitalistas agiotistas y voraces, ellos buscan ganancias rápidas, van por los buenos negocios lucrativos, invertirán en las áreas que les den mejores utilidades. Por lo mismo, se necesita poner candados a estos inversionistas, porque estamos observando que en la Comisión Federal de Electricidad están violando la Constitución, porque sin ningún proceso judicial cortan la luz, todo por la ambición de riqueza y de lucro violan las garantías individuales constitucionales y los derechos humanos de los mexicanos. La oligarquía española, inglesa, norteamericana, quieren meterse a fondo en el sector energético en México, sabemos los revolucionarios que la oligarquía no tiene patria solo tiene un solo interés: el dinero. Son saqueadores de los recursos naturales no renovables de los países y se llevan sus recursos económicos cuando lo deseen, pero es necesario tener recursos económicos para el programa la Cruzada contra el Hambre, Reforma Educativa, el Plan de Infraestructura, entre otros. Los revolucionarios somos patriotas no somos catastrofistas, como revolucionarios patriotas y constitucionales, estaremos al pendiente de que las grandes petroleras multinacionales, vayan más allá de las reformas constitucionales necesarias y fomenten perjuicios al pueblo de México. Los reaccionarios deben interpretar el siguiente párrafo de William Shakespeare, considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal, en su obra Hamlet, señala: “Reina: Buen Hamlet, deja tu color nocturno, y que tus ojos miren como amigo al Rey de Dinamarca. No busques siempre, con los párpados bajos, a tu noble padre en el polvo: ya sabes que es común, que todo lo que vive ha de morir, pasando a la eternidad a través de la naturaleza.” Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. oaristeolopez@gmail.com

Miguel Ángel

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