El tiempo se ha agotado, todo por la fuerza nada por la razón

Secretario de Gobernación
Osorio Chong expresó “que el tiempo del diálogo se ha agotado”.

Entrelíneas

Miguel Ángel Schultz

Finalmente el Gobierno Federal optó por la salida de la fuerza para acallar las protestas magisteriales en el país, es decir todo por la fuerza nada por la razón, según se desprende de lo declarado -ayer al mediodía- por el titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Miguel Ángel Osorio Chong, que expresó “que el tiempo del diálogo se ha agotado”, que la sociedad de Chiapas y Oaxaca “ha sido víctima de actos que la han lastimado profundamente. Se trata de actos que han afectado la normalidad y la vida de millones de personas, de acciones que han obstaculizado la libre circulación y el abastecimiento de bienes y servicios”.

La insurgencia magisterial ha encontrado su bastión en el sur del país, en los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, que son los más empobrecidos; con los mayores índices de desnutrición y analfabetismo, pero poseedores de territorios con las mayores reservas de recursos naturales, por ello es de lamentar que la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la CNTE se mantengan en posiciones duras, que sólo abren el camino del aplastamiento de la protesta social.

Una y otra vez la sociedad se vuelca en apoyo de las luchas magisteriales, pero se considera que la solidaridad debe de ser incondicional y a voluntad de quienes toman las determinaciones, para trazar la ruta marcada, más por voluntarismo, que por criterios de la reflexión y el análisis político.

Ante el desabasto por los bloqueos carreteros, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto implementó desde el jueves pasado un operativo -puente aéreo-, para hacer llegar alimentos básicos a los más necesitados de Oaxaca. Sin duda es loable, pero más que el fin de satisfacer las necesidades alimenticias más apremiantes, tiene el propósito de justificar el empleo de la fuerza para solucionar el conflicto, que ha significado la imposición de la Reforma Educativa.

Durante la semana pasada arreció la campaña de desabasto de gasolina, alimentos y de otros productos básicos en la capital del estado de Oaxaca, lo que nunca fue cierto, porque nos consta al vivir aquí. Resulta natural que ante una campaña informativa para causar temor, se produzca el desabasto, que si bien tuvo impacto, ahora gracias a las redes sociales se aminoraron los efectos.

Da la impresión que la Sección 22 del SNTE y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) son empujadas a realizar acciones que son rechazas por grandes sectores de la población, que en vez de fortalecerse, se debilitan y le hacen el juego a los duros del gobierno, cuando tienen todo por ganar, así lo están demostrando las movilizaciones que emergen en varios puntos del país, antes impensables, como el que se da en Monterrey, Nuevo León, así como en otras entidades del país.

¿Qué sucedería si la sociedad no sólo comienza a movilizarse contra la Reforma Educativa, sino también en contra de la otras 11 reformas estructurales que están diseñadas para entregar las riquezas del país a las transnacionales?. Pareciera que se busca dejar desbocar la protesta social, para finalmente reprimirla y con ello terminar de una vez por todas con las inconformidades en contra del sistema político que nos mal gobierna.

Mientras estábamos con la atención puesta en los hechos sangrientos de Nochixtlán, se dio la privatización del agua, se aumentó de nuevo la gasolina y los combustibles y se da marcha atrás a la Ley 3 de 3.

De la situación de crisis que se vive en Oaxaca hay que analizar que detonó a raíz de los hechos violentos que se iniciaron el 11 de junio pasado, cuando fue detenido Francisco Villalobos, secretario de Organización de la Sección 22 del SNTE; horas después el desalojo del bloqueo del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en el que participaron policías del municipio de Oaxaca de Juárez y la detención de Rubén Núñez Ginez, secretario General de la 22, la madrugada del 12 de junio en la Ciudad de México.

Para luego, al siguiente fin de semana darse hechos violentos en Zanatepec, Tehuantepec, Salina Cruz y Juchitán, coyuntura violenta, donde comercios y empresas son saqueadas y destruidas, hechos que culminan el domingo 19 de junio con la matanza de Nochixtlán.

Quienes han resultado beneficiados del gobierno de Gabino Cué, afirman a todo aquel que los quieren escuchar que el mandatario de Oaxaca, nada tuvo que ver con estos hechos, que las fuerzas federales actúan con total impunidad, que no independencia, por lo que ni enterado de lo que ocurrió.

Lo anterior resulta falso porque toda decisión de las fuerzas federales se toma con el consentimiento y aprobación del gobernador, porque de no haber sido así, Gabino Cué, tuvo el tiempo suficiente para denunciarlo y aclarar los hechos, sobre todo el de Nochixtlán, que no serán aclarados, debido a que las investigaciones han quedado en manos del propio Gobierno del Estado, que seguramente concluirán que los heridos y muertos son el resultado de personas infiltradas o que se mataron entre sí, pero no por parte de las fuerzas policiacas.

@MiguelAschulz

oaxacaentrelineas@gmail.com

Miguel Ángel

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