Entrelíneas

Miguel Ángel Schultz

Llama la atención que la Cámara de Diputados local haya asignado un presupuesto de tan sólo 20 millones 928 mil 61 pesos al Tribunal Estatal Electoral de Oaxaca (TEEO), de los 79 millones 986 mil 750 pesos solicitados, para enfrentar el proceso electoral 2015-2016, que inició el pasado 8 de octubre, a fin de elegir gobernador; 42 diputados locales y 153 presidentes municipales, de los 570 que conforman la entidad, debido a que 417 son electos por el régimen de sistemas normativos o usos y costumbres.

Pareciera que se trata por un lado de ahorcar al Tribunal para obligarlo por inanición a que acepte “cochupos”, enjuagues o tranzas electorales, que se generan durante las elecciones, por lo que no se quiere un organismo fuerte, apegado a la ética jurídica, sino un organismo que se preste a las componendas y sobre todo colapsado.

No se trata aquí de pedir más recursos para el Tribunal Electoral, sino explicar por qué el Poder Legislativo no le dio el presupuesto solicitado; así como también por qué el titular del Poder Ejecutivo, el gobernador Gabino Cué, hace como que la virgen le habla y más aún porque el presidente de Tribunal Superior de Justicia del Estado, Alfredo Lagunas Rivera, de quien dependió hasta diciembre pasado, cuando se volvió autónomo el Tribunal Electoral, permitió su saqueo.

Cabe la pregunta, por qué Lagunas Rivera lo desmanteló, a pesar que recibió un presupuesto para este año de 780 millones 582 mil 277 pesos, de los un mil 501 millones 721 mil 129.18 pesos que pidió.

Además, tiene pendiente la entrega de 235 millones de pesos más autorizados por la Cámara de Diputados, como préstamo para que opere el sistema de justicia en la entidad y la operatividad del personal.

Por otro lado, también parece que se busca que los electores, los candidatos, los contendientes y la sociedad en su conjunto no tengan un órgano adecuado, para que se diriman las diferencias legales que arroje la contienda electoral, lo que parece un error sin precedentes, porque el proceso actual apesta a fraude electoral.

Si bien el Tribunal Estatal Electoral no se ha caracterizado por emitir sentencias, que por su validez jurídica hayan sido reconocida por el Tribunal Federal Electoral, que constantemente han sido revocadas, no por ello se le puede negar que la presente jornada electoral es de vital importancia para el pueblo de Oaxaca y para el Estado, como ente social, para tener toda la maquinaria legal aceitada, en el que se ven envueltos los comicios y pueda estar a la altura de las actuales circunstancias, que por ser complejas exigen del Tribunal su máxima capacidad y para ello se requiere cuente con todos los recursos necesario tanto económicos como humanos y materiales.

Para tener una idea de lo que representan las elecciones, hay que recordar que la pasada consulta ciudadana, efectuada en octubre pasado para legitimar la arbitrariedad y el abuso que representaba la construcción del Centro de Convenciones en el Cerro del Fortín (negoció de José Zorrilla de San Martín Diego, secretario de Turismo), el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) gastó oficialmente cuatro millones y medio de pesos, por ello no es posible pensar que sólo se requieran 20 millones, para que el Tribunal trabaje en estos comicios en curso.

Como dato para saber qué está sucediendo, es necesario tomar en cuenta que en los comicios del 2010, donde se eligió gobernador se contó con un presupuesto de cien millones de pesos. Independientemente que el Tribunal Superior de Justicia facilitó personal de todo tipo para poder atender las necesidades de los comicios. En el año 2013, el presupuesto fue de 36 millones 341 mil 342 pesos. Todo esto hacer pensar que estos comicios apestan a fraude anticipado.

@MiguelAschulz