* Entre ellas destacan jefas de almacén, subjefas de bodega, encargadas de tiendas, supervisoras y coordinadoras de logística en transporte
Ciudad de México.- En apoyo a la mujer trabajadora, pieza fundamental para el sostén de su hogar y para construir un México más próspero e incluyente, Diconsa emplea a más de 17 mil jefas de almacén, subjefas de bodega, encargadas de tiendas, supervisoras o coordinadoras de logística en transporte, además de personal de oficinas.
Su función primordial es encabezar un sistema operativo que permita que el abasto de alimentos llegue en tiempo y forma a las familias más necesitadas del país, sin importar la lejanía o la dificultad de los caminos.
Un ejemplo de ello es Lucero Pérez Marín, quien con 35 años de antigüedad en Diconsa, ha sido testigo de su modernización. Recuerda que, al inicio de su carrera, su trabajo lo realizaba con papel y lápiz. Con el paso del tiempo, la empresa cambió las máquinas de escribir por computadoras y eso la obligó a capacitarse y avanzar conforme a la tecnología.
Oriunda de Chiapas y radicada en Monterrey, Lucero no duda en afirmar que los retos son su mayor pasión. Actualmente es la coordinadora de Finanzas, de la Sucursal Norte.
Otra historia de superación es la de Mónica Cuéllar Alvarado, subjefa administrativa del almacén rural de Cadereyta Jiménez, en Nuevo León, con 22 años de laborar en la distribuidora.
El área de Logística y Transporte, de esta misma sucursal, también tiene una mujer al cargo. Se trata de Adela Reyes Pérez, quien es responsable de checar las bitácoras de combustible y mantenimiento, así como las rutas de los camiones de carga.
“Está en todo, no pierde ningún detalle. Es una mujer que aporta experiencia a la nueva plantilla laboral, enseña, da instrucciones y es incansable”, afirma la capacitadora María Concepción Sida Velázquez.
Las mujeres de Diconsa operan en todo el país. En el centro existen casos como los de Amalia Montes, Irma Lorena Leal, Herlinda Moreno y María Mercedes Méndez, quienes por años han sorteado extenuantes jornadas de trabajo con el único fin de que ninguna familia vulnerable en Nayarit se quede sin un alimento diario que llevar a su mesa.
En Jalisco, Margarita de Jesús Sandoval, Rufina Rivera y Fátima Guadalupe Vázquez han tenido la capacidad de ir escalando peldaños hasta ubicarse en cargos claves en la operación de abasto de Diconsa Centro.
En Veracruz, Dulce María Durán, supervisora del almacén rural Cosautlán, ha encontrado en la paraestatal la oportunidad de crecer profesionalmente, pues durante 18 años le ha permitido desarrollar su talento y sacar adelante a sus hijos, sin importar que diariamente tenga que recorrer varias horas de su casa a su trabajo.
Por su parte, Blanca Azucena Durán, subjefa administrativa del almacén rural Cocoatzintla, agradece a Diconsa por la oportunidad de superación que brinda a las mujeres. “Puedo decir, sin temor a equivocarme, que en esta empresa hay igualdad y equidad de género, idea que comparte las especialistas en cuestiones administrativas, Sandra Iseth Torres y Francis Lizcano, esta última del almacén rural Los Llanos, en Coahuila.
Durante 20 años, Claudia Che Chi, jefa del almacén rural Tixkokob, en Yucatán, ha ido de puesto en puesto. Todos le han dejado una gran enseñanza y vasta experiencia. “Diconsa es un programa que apoya mucho a la gente, hay comunidades que dependen de nosotros para poder comer, porque somos su única opción de abasto. Todo nuestro esfuerzo es por ellos y, su agradecimiento, hace que nuestro día a día valga realmente la pena”.