Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
La selva de los Chimalapas sigue siendo una herida abierta para Oaxaca, al no poner fin el Gobierno del Estado a la invasión que desde hace más de medio siglo han venido cometiendo ganaderos y madereros, provenientes de entidades tan distantes como Michoacán, pero también de Veracruz y sobre todo de Chiapas, que se quieren quedar con unas 200 mil hectáreas cuyas riquezas biológicas son incuantificables.
Por ello, no es de extrañar que ahora los indígenas zoques de San Miguel y Santa María Chimalapas, enfrenten procesos electorales deficientes que permitan imponer a representantes indígenas afines a los intereses de los saqueadores y explotadores de las riquezas naturales de esas selvas de los Chimalapas, estratégicas no solo para Oaxaca, por los servicios ambientales que prestan al país, que incluso sus beneficios impactan positivamente al continente Americano.
Sin embargo, eso poco les importa a las autoridades del Gobierno de Oaxaca, por lo que los zoques del municipio de San Miguel Chimalapas, realizaron ayer un bloqueo en la carretera La Venta Zanatepec, para exigir la reposición del proceso electoral por usos y costumbres, también conocido como Sistemas Normativos Internos, que se efectuó el pasado 23 de octubre, el cual careció de la legitimidad necesaria para poder considerarlo que fue legal y con certeza jurídica.
Dentro de las anomalías, denunciaron, que se encuentra la descarada intromisión del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que actuó a favor de la planilla blanca; y que no hubo un padrón comunitario, registrado ante el Instituto Nacional Electoral (INE), entre otras irregularidades.
Pareciera que los indígenas zoques asentados en ese girón de Oaxaca están solos, que deben enfrentar los poderosos intereses, que cada día crecen, se multiplican y se alían con los gobernantes oaxaqueños, que olvidan su compromiso de defender el territorio de Oaxaca, como lo más sagrado para los pueblos, por lo tanto es innegociable; que se defiende hasta con la vida como lo han hecho los pueblos zoques en el transcurso de su existencia y lo han hecho los oaxaqueños a través de su historia.
Ahora han aparecido las empresas mineras que buscan apropiarse de parte del territorio de los Chimalapas, supuestamente en busca de metales preciosos, como el oro y la plata. Sin embargo, hay que recordar que con las Reformas Estructurales, las empresas mineras pueden también dedicarse a sustraer gas.
Sobre todo las mineras dedicadas a la extracción de carbón podrían cambiar al negocio del shale gas, por lo que con la mano en la cintura podrían dar ese giro, ya que tienen tanto la tecnología suficiente como los técnicos necesarios para hacerlo, según ha trascendido porque además no es un tecnología costosa, sino al contrario es más accesible que la que se requiere para la extracción de metales preciosos.
En los Chimalapas ha aparecido la minera La Zalamera, que hizo trabajos de exploración en San Miguel Chimalapas, lo que hace suponer que cuenta con los permisos legales necesarios para ello en unas cinco mil 610 hectáreas, lo que contravino la determinación de no permitir la presencia de las mineras, pero que a través de ridículos sobornos logran el permiso de las autoridades municipales y de los representantes comunales.
Ahora los zoques no solo enfrentan a los ganaderos, madereros, cazadores furtivos e invasores, sino también a las mineras por lo que hay que exigir al gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, se sume a la defensa del territorio de Oaxaca, lo que no hizo Gabino Cué Monteagudo, porque si no, el daño ambiental será brutal y nos pasará lo que dice la canción de Facundo Cabral que “Juan Comodoro buscando agua encontró petróleo, pero se murió de sed”.
@MiguelAschulz