Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Con Benjamín Robles Montoya los mariachis callaron desde el pasado lunes al saberse derrotado, al alcanzar una votación de 169 mil 451 votos como candidato al Gobierno del Estado por el Partido del Trabajo (PT), quedando por debajo de Salomón Jara Cruz, que obtuvo 353 mil 805 sufragios como abanderado de Morena y frente a los 387 mil 066 de José Antonio Estefan Garfias candidato del PRD-PAN, que conformaron la Coalición con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca (CREO).
Robles Montoya sigilosamente se reincorporó al Senado de República -ayer miércoles- como legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Aunque al renunciar a su partido el PRD, el 29 de febrero pasado, no se sabe a qué instituto representa ahora; dejó de ser perredista luego de decirse robado de la candidatura a gobernador por Pepe Toño, al considerarse el mejor posicionado en las encuestas, pero la realidad le demostró que no era el mejor candidato de la izquierda.
La aventura llamada Benjamín dejó tras de sí una estela de militantes del PRD con el sabor amargo de la derrota. Los que lo siguieron comprometieron no sólo su futuro, sino también su presente, al dejar incluso sus cargos públicos y políticos.
Benjamín simplemente se fue sin ninguna explicación pública, abierta, con la dignidad de quienes se saben que tienen la razón, pero que las circunstancias les son adversa y cae de cara al sol, pero este no fue su caso.
Las conversaciones para buscar una alianza de facto con integrantes de Morena y Benjamín fueron ciertas; en ellas se habló de una posible alianza con Jara Cruz. Se convino que él propusiera dos casas encuestadoras, lo que se hizo, para saber quién era el mejor posicionado y el resultado fue que Salomón era el que iba arriba, pero el más conocido era Benjamín y esa fue la razón que tuvo para no aceptar declinar.
A cambio de su aceptación, tendría de entrada la oportunidad de proponer la lista de candidatos a diputados federales de Morema por Oaxaca, en los próximos comicios federales, pero le pareció insuficiente la contra propuesta, al considerar, tal vez, que también era necesario hablar de los recursos invertidos en la campaña.
En una pasada entrega, escribí que en esta coyuntura electoral nos haría ver de qué estaba hecho Robles Montoya, si era consecuente con su principal argumento de unir a la izquierda, que optó siempre por la tesis del mejor posicionado, que aunque revestía más la forma que el fondo, prefirió estar por debajo de la altura del reto que el pueblo de Oaxaca le exigió, más allá de su protagonismo.
Es aventurado decir que la simple suma de electores de Benjamín y Salomón habrían dado el triunfo a Morena, pero en números estos suman 523 mil 256, es decir 26 mil 502 más que los alcanzados, de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), por Alejandro Murat, candidato del PRI-PVEM-Panal, que tienes 496 mil 724, que hubiera representado su derrota.
También cabe la posibilidad de que el “voto de castigo” al mal gobierno de Gabino Cué, se hubiera volcada a esa alianza y que ese sufragio de enojo, se hubiera transformado en un voto útil, que hubiera borrado al PRI y a Alejandro Murat de las urna, de la legislatura y de las presidencias municipales. Pero nunca lo sabremos.
Tampoco sabremos porqué Benjamín se fue así, huyendo, dejando a su suerte a sus simpatizantes, amigos y seguidores. Sin salir a defender los triunfos electorales de los suyos, de los que renunciaron a sus trabajos, de los que invirtieron su patrimonio familiar en las campañas electorales, para presidentes municipales, diputados y para apoyarlo a él. ¿Entonces era verdad lo que se escuchó decir en una grabación a Ulises Ruiz, que Benjamín le sería útil al PRI?.
A lo más que llegó Benjamín es a dirigir una carta de agradecimiento a los periodistas por su respaldo a su “Revolución de la gente”, que afirmaba, apenas el domingo, que “llegó para quedarse”, cuando por la noche del domingo, se proclamó candidato ganador de la elección a gobernador de Oaxaca, pero que ayer miércoles desde la tribuna del Senado de la República, asegura que seguirá luchando contra la corrupción.
En tanto, en Oaxaca el recuento apena empieza, los representantes de los partidos políticos PRD, PAN, Morena, PVEM, PRS, han logrado sacar el acuerdo en el IEEPCO de abrir el 30 por ciento de los paquetes electorales al recuento de voto por voto, en la elección a gobernador y el 40 por ciento en la elección para legisladores.
Quienes tampoco han dicho esta boca es mía, son los senadores y diputados federales, que se rasgaron las vestiduras por Benjamín: Miguel Barbosa Huerta, coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado de la República; Guadalupe Acosta Naranjo, vicecoordinador de los diputados federales; Karina Barón Ortiz y Sergio López Sánchez (que se regresó al PRD), Juan Rubio Quiroz y Leonardo Amador Rodríguez.
Además de los también diputados federales Waldo Fernández González, Francisco Nava Palacios, Ivanova Pool Pech, Héctor García Chávez, Rafael Hernández Soriano, Daniel Ordóñez, Julio Saldaña, Victoriano Wences, José Guadalupe Hernández, Araceli Madrigal Sánchez, Tomás Octaviano y Evelyn Parra. Así como los senadores Armando Ríos Piter, Zoé Robledo Rincón y Alejandro Encinas.
@MiguelAschulz
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