El 10 de junio de 2010 estalló una más de las múltiples crisis en las que ha vivido, de manera intermitente, la que fue durante muchos años, orgullosamente, la Máxima Casa de Estudios de Oaxaca, la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.

Ese día, un grupo de supuestos catedráticos de la Facultad de Derecho integrados al Sindicato Universitario de Maestros (SUMA) mezclados con un grupo de porros plenamente identificado que se encuentra al servicio del rector Rafael Torres Valdez, trató de recuperar violentamente la extensión de esa Facultad ubicada en Ciudad Universitaria.

Tanto el Edificio Central como la extensión de Ciudad Universitaria, lugares donde funciona la Facultad de Derecho, fueron tomados días antes por estudiantes a punto de egresar que reclamaban y siguen reclamando atención a su demanda de regularizar su situación académica y administrativa para darle plena certeza y validez a los estudios que ya realizaron y así poder egresar de la UABJO.

Los intolerantes agresores iban encabezados por el ex dirigente de la Federación Estudiantil Oaxaqueña (en 1968), ex rector interino (1986-1988), ex diputado federal por el PRI, ex magistrado del Tribunal Superior de Justicia, fundador y ex secretario general de SUMA, así como asesor de la rectoría Abraham Martínez Alavez, quien aprovechando su influencia ha colocado a cuatro de sus hijos, a su sobrino, a su yerno y a otros familiares políticos en cargos de responsabilidad universitaria que viven del presupuesto universitario sin proporcionar ningún beneficio a la institución.

Un mal cálculo del rector Torres Valdez y su asesor Martínez Alavez les hizo pensar que sería fácil desalojar a los estudiantes posesionados de la extensión. Creyeron que sería tan fácil como quitarle un dulce a un niño; ya hasta habían planeado aprovechar que una de las demandas de los estudiantes movilizados era la destitución del director interino de la Facultad, Noé Matus Romualdo, para deshacerse de éste y convocar a la elección de nuevo director al que seguirían manipulando desde rectoría como acostumbran hacerlo.

Para su mala fortuna, las cosas no les salieron como las planearon, ya que los estudiantes se negaron a entregar el inmueble y ellos decidieron sacarlos por la fuerza.

Torres y Alavez no contaban con que los estudiantes resistirían a la agresión y se les olvidó que por tratarse de un lugar público y de un conflicto notorio, el problema de la Facultad de Derecho ha sido observado desde su inicio por los medios de comunicación.

En cuestión de minutos se produjo un enfrentamiento que fue parcialmente registrado por periodistas de diferentes medios de comunicación, entre ellos la reportera Ixtli Martínez, corresponsal del programa noticioso de la reconocida periodista de MVS, Carmen Aristegui.

Según el testimonio de la reportera, cuando ella llegó al lugar de los hechos, el conato de violencia ya había terminado, a pesar de lo cual Ixtli Martínez recibió una herida de bala que le produjo directamente Salvador Bustamante Hernández “El Taquero”, porro habilitado como profesor e incluso como coordinador por la administración de Torres Valdez.

La agresión a la reportera le dio resonancia nacional e internacional a este conflicto y permitió difundir lo que todos en Oaxaca saben: que en la UABJO las autoridades no hacen lo que deben y por eso hay tantos conflictos que no se resuelven.

Se supo también que el rector y su asesor actúan como lo hacen confiando en que tienen el apoyo incondicional del gobernador Ulises Ruiz Ortiz y de quien suponen que será su sucesor: el candidato del PRI a la gubernatura, Eviel Pérez Magaña, a quien ofrecieron un desayuno el 14 de febrero y con quien se han entrevistado para ofrecerle los votos de la comunidad universitaria, pero no se han detenido a pensar, si tanto a Ulises Ruiz y a Eviel Pérez Magaña, les interesa “comprar” su propuesta de universidad sumida en la mediocridad, descredito y violencia.

En cuestión de horas se supo también que los estudiantes llevaban semanas exigiendo que las autoridades universitarias cumplieran con su trabajo: poner en orden toda la documentación de los estudiantes a punto de egresar.

Vale la pena destacar que atender la demanda original de los estudiantes solo implicaba revisar los kardex existentes en la Facultad de Derecho y los existentes en la dirección de Servicios Escolares, así como precisar las calificaciones registradas en la dirección de Redes de la UABJO pero como se la pasaron dando largas al asunto los estudiantes recurrieron a presiones hasta que el problema hizo crisis.

El gobierno del estado se vio obligado a detener al agresor de la reportera Ixtli Martínez por las presiones que recibió de los periodistas de Oaxaca y del país, así como de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y otros organismos.

Lo que obligo al gobierno a modificar su pasividad ya que en un inicio no hizo nada para atender la justa demanda de los estudiantes; por el contrario, el día del fallido desalojo, el 10 de junio, las fuerzas policiacas detuvieron a los agredidos en lugar de detener a los agresores.

Y no se ve que vaya a proceder contra con los autores intelectuales de todo este conflicto: en primer lugar el rector Rafael Torres Valdez, en segundo lugar su secretario particular Eduardo Martínez Helmes y en tercer lugar, su asesor Abraham Martínez Alavez, padre de Martínez Helmes.

El 15 de junio se firmó una nueva minuta de acuerdo por medio de la cual la administración de Torres Valdez se comprometió a regularizar la situación académica y administrativa de los estudiantes pero como en ocasiones anteriores ya se han firmado minutas similares, los estudiantes decidieron entregar la extensión de Ciudad Universitaria y mantener en su poder el Edificio Central; entre tanto el conflicto entró en un compás de espera, al menos en los próximos días.

Si con ello el conflicto no recibe una solución a fondo, seguramente los estudiantes volverán a posesionarse del edificio que entregaron y seguirán exigiendo la solución a su problema, pero también volverán a plantear las nuevas demandas que enarbolaron tales como la de que se castigue a los instigadores de la violencia y a que el rector de la UABJO sea relevado de su cargo.

Otros sectores de la universidad, entre ellos los sindicatos de la UABJO se han sumado a la petición de que se estudie la permanencia o no de Rafael Torres Valdez al frente de la rectoría y la pronta salida de Abraham Martínez Alavez y toda su familia de los cargos universitarios que ocupan indebidamente.

¿En qué terminará todo esto?. Los universitarios tienen la palabra.