En riesgo bosques de Oaxaca por plagas y recursos insuficientes

Miguel Ángel Schultz

Los bosques de Oaxaca están siendo destruidos tanto por causas naturales, como por la omisión de las autoridades de los sectores ambientales productivos de los gobiernos estatal y federal. Pareciera que su irresponsabilidad obedece a intereses que van más allá de la incapacidad administrativa y que se busca la destrucción de los bosques naturales, para dar paso al cultivo de especies de árboles rentables como el aguacate o el agave, así como dar paso a la minería y ganadería en la entidad.

Esta situación es una brutal agresión a los ecosistemas únicos de Oaxaca y a las comunidades y núcleos agrarios de los pueblos originarios de la entidad. Recientemente el subsecretario de Economía del Gobierno Federal, Francisco Quiroga, declaró que: “Oaxaca es el estado de la República con mayor potencial minero, en su mayor parte desaprovechada”.  (La jornada 24-octubr-2019).

Resulta inexplicable que en la pasada temporada de incendios forestales más de 50 mil hectáreas de pastizales, bosques y selva de Oaxaca fueron arrasados por el fuego, según recuento oficial. Sin embargo, investigadores independientes aseguran que el fuego daño más de 97 mil hectáreas, según estudio con imágenes satelitales realizado por el consultor ambiental, José García López, lo que contrasta con la cifras proporcionadas por las comisiones Nacional Forestal (Conafor) y la Forestal Estatal, esta última presidida por Aarón Juárez.

El pasado sábado (16-noviembre-2019) el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Manuel Villalobos Arámbula, pusieron en marcha el Programa Sanidad Forestal del Estado de Oaxaca 2019, con el que se espera abatir al insecto descortezador y al defoliador en los municipios de Nuevo Zoquiapam, San Antonio El Alto, San Bernardo Mixtepec, San Juan Bautista Guelache, San Pedro Yolox y Santa María Atzompa, que saneará 103 hectáreas de seis municipios de la Sierra Norte y Valles Centrales con un presupuesto de nueve millones de pesos.

Asimismo, se anticipó que se invertirán 38 millones de pesos, con lo que se atenderán entre ocho mil y 13 mil hectáreas de bosques pertenecientes a 14 municipios de la región, para combatir a los insectos defoliadores.

Sin embargo, nada se dice nada sobre una de las plagas más agresivas y que mayor daño causa tanto a los bosques como a la floresta, como es la del muérdago, planta parásita, que a decir de los investigadores José Cibrián y Víctor David Cibrián, que desde la década del dos mil, cuando hicieron un diagnóstico de las plagas que afectan a los bosques en los Valles Centrales de Oaxaca, afirmaron que el mayor riesgo en que se encontraban los bosques era por el muérdago o lirio, que es común un incendio que va destruyendo todo.

La silvicultura en Oaxaca tiene un enorme potencial ya que la propia Comisión Nacional Forestal reporta que la producción del estado es de 624 mil 937 metros cúbicos al año, solo por debajo de Durango y Chihuahua. Además las comunidades campesinas han desarrollado una industria forestal única en el país, por ser está de verdadero intereses social integrada por los comuneros de los núcleos agrarios de los pueblos originarios de la entidad, alcanzando una alta producción y un cuidado ejemplar de los bosques.

Llama la atención que en la gira de Villalobos Arámbula y Murat Hinojosa, haya estado ausente el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Manuel Toledo, o su representante. Tampoco estuvo Samuel Gurrión, titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable del Estado.

La ausencia de las dependencias del sector ambiental son notorias ya que varias de las comunidades afectadas por las plagas, que son las que rodean el Valle Central de Oaxaca, tiene una orientación conservacionista de sus bosques, que son los que ofrecen los servicios ambientales, entre estos el agua que requieren los 121  municipios de que lo integran, donde viven más de un millón de personas.

Es de llamar la atención que en el boletín de prensa emitido por la Sader se señale, que la gira realizada por su titular Villalobos Arámbula y el mandatario estatal se diga que “supervisaron los trabajos dirigidos al combate de las plagas forestales: descortezador y defoliador de los pinos, que afecta a los bosques de la región norte de la entidad y a las 14 comunidades encargadas de su resguardo”.

Es decir, que las 14 comunidades “tienen bajo su resguardo los bosques”, ya que las comunidades no los resguardan sino que son de su propiedad, esperemos ello no sea resultado de un concepto, sino del descuido al redactar el boletín. Además el 22 de julio de 2018 la revista Proceso publicó el reclamo de 20 organizaciones indígenas y campesinas de Oaxaca, que consideran a Villalobos Arámbula un “defensor del modelo neoliberal agroindustrial” que ha degradado el medio ambiente.

El riesgo que representan las plagas para los bosques de Oaxaca es enorme, a decir del consultar ambiental José García López, a través de mapeo aéreo en las comunidades de Santa Catarina Ixtepeji, Nuevo Zoquiapan, San Pedro Nexicho, Ixtlán, Macuiltianguis, Teococuilco de Marcos Pérez y Pueblos Mancomunados, abarcan una extensión de más de 13 mil hectáreas.

Esperemos que los gobiernos federal y estatal que presiden Andrés Manuel López Obrador y Murat Hinojosa, respectivamente, destinen dinero para el combate de la plaga del muérdago, así como para las comunidades forestales de la Mixteca y de la Sierra Sur, que son devastadas por los  insectos descortezador y el defoliador, entre otros, además del muérdago, plaga que no ha sido tomada en cuenta.

@MiguelAschulz

josé

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