Los países del sureste asiático cumplen una década de haber registrado su último caso de poliomielitis y ahora aplican las lecciones aprendidas en esa batalla para sus campañas de inmunización contra el SARS-COV2.
El programa de vacunación contra la polio en el sureste asiático logró la erradicación de la enfermedad hace diez años y sirve como referencia para el diseño de las campañas de inmunización masiva que, en escala superior, se llevarán a cabo con el objetivo de poner fin a la pandemia de COVID-19, indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el director regional de la OMS para Asia suroriental, los países de esa zona del mundo realizan “esfuerzos sin precedentes para proteger del COVID-19 a su población vulnerable por medio de la vacunación”.
El doctor Poonam Khetrapal informó que Indonesia lanzó este miércoles la vacuna contra el coronavirus y que India empezará uno de los programas de inmunización más grandes del mundo a partir del 16 de enero, mientras que en otros países de la región las campañas darán inicio próximamente.
APOYO DE LA OMS
La agencia de la ONU reiteró que las vacunas seguras y eficaces pueden cambiar las reglas del juego si son accesibles para toda la población vulnerable de todos los países del mundo.
La OMS trabaja con todos los gobiernos en la planificación y despliegue de las campañas de vacunación, colocando a la vanguardia a su red de oficiales en Bangladesh, India, Indonesia, Myanmar y Nepal, que fue clave en el programa de erradicación de la polio.
Las directrices y planes operativos para la inmunización contra el SARS-COV2, causante del COVID-19, incorporan las mejores prácticas de la experiencia en el caso del poliovirus en aspectos como la formación de vacunadores y la gestión logística y de vacunas, entre otros.
Compromiso y participación
Además de estas estrategias, será crucial el compromiso y la participación de la comunidad, tanto para tener un comportamiento adecuado en el entorno de la pandemia como para la propia vacunación.
La OMS recordó que las vacunas ayudarán a reducir la pandemia, pero no le pondrán fin por sí mismas puesto que su alcance será limitado al principio. Por esta razón, llamó a la población mundial a mantener la guardia alta con medidas como el uso de máscaras, lavado de manos y distanciamiento físico.
Por otra parte, instó a las autoridades sanitarias de todos los países a continuar con las provisiones básicas de salud pública, entre las que se cuentan el testeo, la identificación, rastreo y aislamiento de los casos, y el tratamiento a los enfermos para evitar la propagación del virus.