Miguel Ángel Schultz
El desagravio a la comunidad de indígenas zapotecos de Yalalag por el plagio del diseño de sus huaraches por la famosa empresa Adidas, que sacó su línea de “sandalias Oaxaca-Slip-On” resultó una lavada de cara para el corporativo alemán a pesar de la falta de respeto a los pueblos originarios, no sólo de Oaxaca. Veamos.
El éxito mundial de Adidas fue su vinculación al deporte: tenis, ropa, balones y artículos diversos. Hay que señalar que la empresa es patrocinadora oficial del mundial de fútbol a celebrarse en México (país donde se efectuará la inauguración), Canadá y Estados Unidos, en junio del próximo año, por lo que no podía llegar al evento con rostro de pirata, de ladrón de la cultura de los pueblos ancestrales.
Es lamentable observar como la dignidad de los pueblos originarios queda en calidad de tapete, congraciándose con los amos del dinero en el evento convocado en Yalalag, con los mecanismos tradicionales, es decir que todos están obligados a acudir al llamado de sus autoridades o se le cobra una multa. ¿Así se pide un desagravio?
Basta poner atención como el maestro de ceremonia del evento, efectuado en días pasados, en Villa de Hidalgo Yalalag, anunció con voz engargolada que iba a ser leído el documento a firmar por los presentes en “dialecto” zapoteco.
Es decir, que este idioma de una de las culturas más potentes de la ahora América, quedó reducido a “dialecto”, todo hacer ver que el director del Instituto de Lenguas Originarias de Oaxaca, Víctor Cata, del gobierno de Oaxaca, aún no ha dado resultados en su labor a favor de las lenguas nativas de Oaxaca.
El espectáculo, fue muy bien diseñado publicitariamente, lo presidió el munícipe de Yalalag, Erick Ignacio Fabián y el síndico Jacobo López Vera , estando presentes funcionarios del gobierno de Oaxaca, de Salomón Jara, que fue el primero en alzar la voz criticando el plagio y federales, del gobierno de Claudia Sheinbaum,que hizo lo propio.

Los funcionarios de los tres ordenes de gobierno presentes, municipal, estatal y federal aplaudieron sino a rabiar sí sonoramente cuando la directora legal y de cumplimiento de la empresa Adidas, Karen González, leyó su breve mensaje, en el que pide disculpas públicas con voz angelical y ofreció trabajar con la comunidad de Yalalag.
Resulta absurdo ver que los agraviados, por el plagio de parte de su cultura por Adidas le organizaran un evento de disculpa púbica con bandas de música, danzas y exposición artesanal a la trasnacional alemana, en la que reconoce su error, ofrece respeto , lo que deja un mal sabor de boca al festinar el plagio.
El ejecutor del robo del diseño de los huraches yalaltecos fue el diseñador estadounidense Willy Chavarría, de origen mexicano.
El modisto ya se ha visto envuelto en otros escándalos internacionales, cuando sacó en pasarela en la Semana de la Moda de París, a manera de protesta y a favor de los derechos humanos, hombres vistiendo calzonzotes blancos, llenos de tatuaje su cuerpo, desnudos del dorso, como los presos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de la Republica de El Salvador, la megacárcel que tiene el presidente su Nayib Bukele, donde encierra a los pandilleros de ese país, lo que provocó una airada protesta del recién reelecto presidente, ya que para él fue glorificar a los criminales.
Es necesario recordar que está empresa alemana tiene en su pasado el haber fabricado material de guerra para el gobierno nazi de Adolfo Hitler, durante la Segunda Guerra Mundial, desde botas militares hasta el Panzerfaust (lanzagranadas).
Claro que para borrar su horrible pasado afirma que Adidas fue fundada en 1949, terminada la conflagración mundial.
Asimismo, Adidas, que no pierde el espíritu de su origen, recientemente canceló el contrato a la modelo Hadid, hija de un refugiado palestino, por hacer constante denuncia de la masacre que comete Israel con el pueblo de Palestina en la Franja de Gaza.
Donde han masacrado a más de 60 mil personas de las que en su mayoria son mujeres y niños. Arrazados todos los hospitales, escuelas, los depósitos de combustibles, radiodifusoras; ahora impone un cerco que condena a la hambruna a dos millones y medio de personas, como la ha denunciado la ONU.
Además, Adidas apoya a la Asociación de Fútbol de Israel, que realiza sus torneos en las colonias de israelitas construidas sobre las casas arrasadas y la sangre derramada de palestinos, ya que muchas veces matan a sus ocupantes para desalojarlos de ellas.
¿Debemos saber quién le propuso y a cambio de qué ese homenaje al presidente municipal de Yalalag, que suavizo el plagio de la empresa Adidas para que se disculpara del saqueo cometido?
Que por cierto tuvo un impacto mediático espectacular esa ceremonia, llena de aplausos, disculpa pública de Adidas, que bien pudo darla sin el espectáculo montado, como debió ser, sobria, austera y de mucha dignidad. Ya después y firmando el documento de colaboración con Adidas, si quisieran le organizaran una Guelaguetza.
Cuánta razón tenía y tiene Gabino Palomares que escribió y compuso, en la década de los 70s del siglo pasado, cuando no había banquetes para la izquierda “buena ondita”, la canción “La maldición de la Malinche”, que aquí reproduzco:
Del mar los vieron llegar
Mis hermanos emplumados
Eran los hombres barbados
De la profecía esperada
Se oyó la voz del monarca
De que el Dios había llegado, y les abrimos la puerta
Por temor a lo ignorado
Iban montados en bestias
Como demonios del mal iban con fuego en las manos
Y cubiertos de metal
Solo el valor de unos cuantos
Les opuso resistencia, y al mirar correr la sangre
Se llenaron de vergüenza
Porque los dioses no comen
Ni gozan con lo robado, y cuando nos dimos cuenta
Ya todo estaba acabado
Y en ese error entregamos
La grandeza del pasado, y en ese error nos quedamos
300 años esclavos
Se nos quedó el maleficio
De brindar al extranjero, nuestra fe, nuestra cultura
Nuestro pan, nuestro dinero
Hoy le seguimos cambiando
Oro por cuentas de vidrio, y damos nuestra riqueza
Por sus espejos con brillo
Hoy, en pleno siglo XX
Nos siguen llegando rubios, y les abrimos la casa
Y los llamamos “amigos”
Pero si llega cansado
Un indio de andar la sierra, lo humillamos y lo vemos
Como extraño por su tierra
Tú, hipócrita, que te muestras
Humilde ante el extranjero, pero te vuelves soberbio
Con tus hermanos del pueblo
Oh, maldición de Malinche
Enfermedad del presente, ¿cuándo dejarás mi tierra?
¿Cuándo harás libre a mi gente?
@MiguelAschultz
@OaxEntreLineas
Oaxacaentrelineas@gmail.com
