Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
El registro de Alejandro Murat como candidato de la coalición “Juntos Hacemos Más” conformada por el PRI, PVEM y Panal, fue un caos, por los miles de militantes de los partidos que conforman la alianza pero principalmente priistas. Con un discurso lleno de cuestionamientos hacia el actual gobierno de Oaxaca, pero sin mencionar el nombre de Gabino Cué, resaltaron la unidad y para demostrarlo subieron al templete a José Antonio Hernández Fraguas, que confesó que va por la candidatura a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez y que se aseguró, por personajes de los mandos priistas, que estuvieron recibiendo mensajes en la madrugada que Pepe Toño, el ungido.
El aparato de seguridad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se apoderó de la calle obstaculizando la labor periodística, en la clásica prepotencia de un instituto cuya existencia se remonta al año de 1929, cuando Plutarco Elías calles funda al Partido Nacional Revolucionario (PNR) y del ahí “pal real”.
El desorden generado por los guaruras se complicó, al mantener cerradas las puertas del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), cuyo presidente, Gustavo Meixueiro Nájera, programó una reunión con los miembros consejeros del organismo, lo que retrasó por una hora el arribo del candidato.
Luego de su registro, Alejandro Murat pronunció un discurso en la sala de sesiones del IEEPPCO donde invocó a Luis Donaldo Colosio, al decir que veía un “pueblo con sed de justicia”, pero sin ir más allá. Llama la atención porque el padre del actual candidato, José Murat, fue el responsable de organizar el evento, en Lomas Taurinas, donde ejecutaron a Colosio, el entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, el 23 de marzo del año 1994, hace 22 años.
El recinto fue atiborrado por los integrantes de la burbuja muratista en gestación, que encabezan los tres Reyes Magos: el diputado Alejandro Avilés, Germán Espinosa y Samuel Gurrión, que compartieron empujones con Liz Acosta, Héctor Anuar Mafud, Martha Alicia Escamilla, María de la Nieves García Fernández, Adolfo Toledo Infanzón, Cándido Coheto, el representante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Félix Martínez Olivares y de Nueva Alianza (Panal), Berzahín López López y el Tiburón, que emergió del fondo del mar para estar presente, Eviel Pérez Magaña; fotógrafos, reporteros, camarógrafos y colados.
La operación cicatriz del PRI, que ya es de cirujano plástico, hizo que estuviera presente Hernández Fraguas, eterno aspirante a la gubernatura del estado, desde hace 18 años, cuando en 1998 buscó la candidatura priista, que al parecer padece de “vértigo político”, porque siempre ha anunciado su retiro del tricolor en caso de no ser elegido, pero siempre se queda en él.
Hernández Fraguas reconoció en entrevista que sí aspira a ser candidato de su partido a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, sin importar que la próxima sea de dos años; posición que al declinar Alfonso Gómez Sandoval Hernández, quedó en suspenso la designación del candidato por la capital del estado.
La esposa de Alejandro Murat, Ivette Morán (madre de cuatro hijos) -le han desaparecido el segundo apellido para ponerle De Murat-, se mueve entre la muchedumbre con soltura, sin espaviento, ni con ínfulas de poder, contrario a lo que muestran varias de las colaboradoras del candidato, lo que anticipa que representará un vínculo necesario para la gente con su esposo, que sufre al mezclarse con la turba, arropado con guaruras con pistolas ocultas bajo las camisas y “chicharos” al oído, que provocan jalones y empujones entre un puñado de gente que impiden el trato terso del ungido, que da risa entre quienes observan esa bola de gente que va de un lado para otro, como si estuviera ebria de poder.
En su discurso ante sus cientos de seguidores, Murat explicó en que consiste la institucionalidad que propone, que permitirá la creación de empleos, de comida para la gente y generar la seguridad que requiere el estado. Centro sus palabras en lo que será un eje de su campaña: las mujeres, que desde abajo le gritaban ¡Alejandro Papucho te queremos mucho!. Sin duda una porra del márquetin político, aprovechando su figura de actor de telenovela, que sin duda atraerá votos.
Mencionó al pintor juchiteco Francisco Toledo, a quien calificó como símbolo de Oaxaca por las causas que ha emprendido en defensa de la riqueza cultural y de la biodiversidad de Oaxaca, pero se le olvidó mencionar a Benito Juárez, Flores Magón, Porfirio Díaz, Matías Romero Avendaño u otros personajes históricos de Oaxaca.
La operación cirugía plástica del PRI no fue suficiente para hacer que estuvieran presentes en el estrado Javier Villacaña, presidente municipal de Oaxaca de Juárez; ni tampoco Beatriz Rodríguez; ni Mariana Benítez Tiburcio; Alfonso Gómez Sandoval, este sí entre la muchedumbre, pero estuvo al igual que Martín Vázquez Villanueva, recién ungido delegado de SEDESOL en Oaxaca, quien afirmó que por ser día inhábil no cometía ninguna trasgresión a la ley electoral, ni la dependencia a su cargo actuaría a favor del PRI.
@MiguelAschulz
