Luis RAMÍREZ
La renuncia de Donato Casas Escamilla a la titularidad de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), en el peor momento de la pandemia, habla de la irresponsabilidad y falta de compromiso de un funcionario que llegó al cargo gracias a su cercanía con José Murat, padre del gobernador Alejandro Murat.
No podemos decir que Casas Escamilla se convirtió en Secretario de Salud por su experiencia o por su trayectoria en un área tan sensible como es la de la salud, porque el ex funcionario es Licenciado en Administración, nada que ver con el cargo que desempeñó desde febrero de 2018, primero como encargado del despacho y luego como titular de la dependencia.
A Donato Casas no le importaron las más de 2 mil 300 defunciones por Covid-19, ni que Oaxaca alcanzara esta semana más de 32 mil contagios, ni tampoco que 18 hospitales de la entidad se encuentren saturados, pudieron más las “razones personales” que argumentó en su documento de renuncia.
Si algo caracteriza a muchos de los funcionarios que conforman la actual administración estatal, lo mismo aquellos extraños que han venido a servirse del erario para enriquecerse, que algunos nacidos en esta tierra, es la falta de compromiso con Oaxaca. Los “extranjeros” que hoy ocupan los primeros cargos de la administración pública estatal ven como botín al estado.
La duda que existe es si Casas Escamilla renunció porque fue rebasado por la pandemia, por las acusaciones de presuntos actos de corrupción por el subejercicio de al menos 2 mil 500 millones de pesos o porque busca ser candidato a una diputación federal. El tiempo dará la respuesta.
Cuando menos al relevo llegó un doctor, Juan Carlos Márquez Heine, un especialista en urología, quien se convirtió en el quinto Secretario de Salud en la presente administración, luego de que han pasado por ese cargo Gabriela Velásquez Rosas, Juan Díaz Pimentel, Celestino Alonso Álvarez y Donato Casas Escamilla.
PARTE DE NOVEDADES
Por cierto, dicen que en los Servicios de Salud de Oaxaca hay un personaje de nombre Geovanni Jarquín que cobra como responsable del área de Comunicación Social, pero no da una, atiende todo menos a los medios de comunicación.