Estados Unidos reclamóal Gobierno argentino la devolución del material requisado de un avión militar norteamericano que, en febrero pasado, llegó con un cargamento de armas no declarado al aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires .
“El gobierno argentino sigue reteniendo esos equipos a pesar de que un juez declaró que era un problema aduanero y no había una violación de leyes. Así que esperamos que el Gobierno argentino devuelva esos equipos”, afirmó el jefe del Comando Sur de Estados Unidos (EE.UU), Douglas Fraser, a una cadena de noticias internacional.
Manifestó que el tema “ha generado algunas restricciones en la interacción con las Fuerzas Armadas argentinas”.
Sin embargo, destacó que las relaciones bilaterales entre la nación norteamericana y Argentina “siguen siendo positivas”.
El pasado 10 de marzo, el juez argentino en lo Penal Económico, Marcelo Aguinsky, cerró por ”inexistencia de delito” la causa que abriera por el material militar hallado en una aeronave estadounidense que no fue declarado en la aduana de un aeropuerto de la ciudad de Buenos Aires.
Aguinsky dio por finalizado el caso luego de que recibiera un informe técnico de la aduana sobre larequisa que se le practicó al avión militar estadounidense Boeing C-17 Globemaster III, el cual arribó el pasado mes al aeropuerto Ezeiza, localizado en las afueras de la capital argentina.
En su resolución, el juez indica que “se está llevando adelante el respectivo sumario con intervención de un juez administrativo aduanero, quien ya ha instruido medidas concretas dentro de su jurisdicción”.
La aeronave de la Fuerza Aérea norteamericana llegó el 10 de febrero último con cargamento no declarado de armas de guerra y drogas medicinales vencidas.
Parte del armamento sería destinado a un curso ofrecido por el Gobierno estadounidense al Grupo Especial de Operaciones Especiales de la Policía Federal argentina, que estaba previsto para desarrollarse entre los meses de febrero y marzo.
No obstante, cuando se aplicó la revisión reglamentaria al cargamento, las autoridades argentinas encontraron que a bordo del C-17 estadounidense llegaron cañones de ametralladora y carabina, además de un valija sellada, que no estaban contempladas en la lista de materiales que Estados Unidos ofreció para la realización del curso.
Militares estadounidenses que viajaron en la aeronave se negaban a abrir la referida valija para su inspección, mientras el Gobierno argentino insistía en que debía revisarse el contenido de la misma antes de su ingreso al territorio.
Tras varios días de disputa, la valija fue finalmente abierta por funcionarios argentinos, quienes en su interior encontraron drogas, equipos de transmisión, dispositivos informáticos de almacenamiento masivo (pen drives) y aparatos encriptadores.
A partir del hallazgo, las armas y la valija fueron requisadas para que se continuara con el proceso de verificación.