Miguel Ángel Schultz
Le evaluación realizada el sábado está en dos extremos, el del Gobierno del Estado, que preside Gabino Cué y el de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuyo titular es Aurelio Nuño, quienes la calificaron de un “éxito”, por lo que se estaba de fiesta. En tanto que la dirigencia de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) aseguró que fue un fracaso, en voz de su líder Rubén Núñez Ginez. La madrugada del sábado cientos de trabajadores de la educación llegaron a los alrededores del Mercado de las Flores donde se enfrentaron a pedradas, a los también cientos de policías, que formaban el primer cerco e impidió el paso a Ciudad Administrativa, donde se realizaba el examen, a unos cinco kilómetros de distancia.
Las autoridades gubernamentales ufanas, declararon al final del día, que fue un saldo blanco. Suponemos por el hecho que no hubo ningún muerto, pero si personas intoxicadas por los gases lacrimógenos que utilizaron elementos de las fuerzas federales, y que por los menos dos de ellos resultaron lesionados a golpes y otros cuyas ropas se prendieron con los cohetones y las bombas que les arrojaron los integrantes de la 22.
Minutos antes de la tres de la tarde del sábado, autoridades del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que preside Moisés Robles, y por lo tanto el Gobierno del Estado, no informaban cuántos maestros participaban en la evaluación. Tampoco en la SEP podían informar cuántos profesores presentaban el examen de evaluación, ni cuántos los aspirantes a ocupar una plaza de maestro en el sistema de educación. La cifra que dieron a conocer fue a “ojo de buen cubero”, un “éxito rotundo”, están llenas las carpas donde se instalaron cuatro mil computadoras, más un stock de mil, son pues cuatro mil, atinaron a informar.
Más tarde la SEP calificó de “jornada histórica” para la educación básica y media superior la aplicación de la Evaluación del Desempeño y de Ingreso al Servicio Profesional Docente en Oaxaca, al que acudieron “dos mil 635 sustentantes de formación básica y media superior, a los que se suman 346 aspirantes a una plaza docente”. En tanto que el IEEPO en un boletín de prensa que le atribuyen a su titular, Moisés Robles, registra que fueron “dos mil 981 trabajadores de la educación, lo que representa el 60.8 por ciento de los cuatro mil 900 que anticipadamente se dieron de alta en la plataforma informática, habilitada por la SEP, sólo que las cifras no cuadran con lo que dicen la dependencia federal y la estatal o ¿Será que no saben sumar?
Menos concuerdan las cifras que dio a conocer el gobernador que informó que los sustentantes eran entre tres mil y tres mil 500, ¡vaya diferencia de 500! Es decir estas cantidades tampoco cuadran con las informadas por las dependencias, lo que refleja una total improvisación, cuando se supone que todos los datos están rigurosamente ingresados a un sistema de cómputo y que se tenía de ellos un control preciso, pero vemos que no es así, sino que estas fueron cantidades acomodadas para demostrar que “todo fue un éxito”, que el interés no es la educación, sino vencer al contrario.
Lo mismo pasó con las cifras del número de policías, gendarmería, Ejército, Marina, policía estatal. Aurelio Nuño dijo que iban a ser de ocho mil a 10 mil; Gabino Cué declaró que serían siete mil policías entre estatales y federales. Jamás habló de Ejército, Armada, aunque los helicópteros que sobrevolaron la ciudad de Oaxaca eran de la Marina. En tanto que Núñez Ginez dijo que fueron 19 mil, quien además asegura que fue derrotada la Reforma Educativa y que Gabino Cué ya cayó. Y sobre lo que costó todo este operativo, no hay cifras oficiales, pero nuestro cálculo personal nos hace pensar en más de 100 millones de pesos para examinar a poco menos de tres mil. ¿Cuánto va a costar evaluar a los 82 mil que hacen falta?
@MiguelAschulz