Mario CASTELLANOS

El proceso electoral del año 2016 en Oaxaca tiene ya variantes y expectativas que ponen al electorado en un clima de crispación, escepticismo en muchos, intimidación, efervescecia y exaltación de ánimos en los sectores de la población ante la falta de confiabilidad de los partidos políticos, un PRI ensoberbecido por ser el partido en la presidencia de México, una derecha sin rumbo y una izquierda desmembrada y totalmente dividida, sin opción para que la ciudadanía escoja la plataforma de su preferencia, de la cual carecen los partidos políticos de la vida nacional que por supuesto están rebasados por la sociedad.

Hablando de Oaxaca, la ciudadanía está a la expectación y por consiguiente hay incertidumbre, no saben a ciencia cierta si continuar en la ruta de la transición democrática que impulsa el gobierno estatal en turno emanado de una coalición del PRD, PAN, PT y Movimiento Ciudadano o volver al viejo régimen del PRI hegemónico que fue derrotado en el proceso electoral del año 2010 luego de 80 años en el poder, que entoces entregó el ex gobernador priista, Ulises Ruiz Ortiz, en un arrebato de su soberbia y mala administración de su gobierno.

Lo que en el año 2010 con el gobierno de la transición democrática era una gran ilusión, ahora es desilusión y hartazgo, que poco quieren saber de su administración ante el atolladero de los problemas sociales y políticos que se multiplicaron y todo parece ser igual o algo peor, lo que hace suponer que el PRI podría rescatar la gubernatura de la entidad oaxaqueña, ante la coalición de la izquierda y la derecha que naufragó, de la que se dice que es buena para ganar pero no para gobernar, de ahí el desaliento que pone en jaque a los oaxaqueños y por cierto el PRI empieza a acomodar sus piezas políticas para dar el zarpazo y llegar nuevamente al poder desde la gubernatura, las diputaciones locales y presidencias municipales.

Por tanto, el PRI, ya empieza a mover sus hilos con campañas subrepticias adelantadas en las que sus aspirantes han gastado millonadas de pesos, que quien sabe de dónde lo han sacado, por lo que habría hacer una profunda investigación para no caer en la tentación de la utilización de dinero sucio y asimismo hay que observar la dignidad y la presencia de los más conocidos prospectos que ya andan sueltos haciendo acto de presencia en reuniones prefabricadas en actos sociales públicos y privados para darse a conocer a través de la mercadotecnia desde los puestos públicos que ostentan o bien los que ya tienen puestos de elección popular tanto de la cámara de diputados local y federal. 

Alejandro Murat

Héctor Pablo Ramírez

 Samuel Gurrión

DEL PRI ya se hacen notar con mucha resonancia, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, Alejandro Murat Casab y Samuel Gurrión Matías, de los que se presume saldrá el agraciado y favorecido con el palomeo del Presidente Enrique Peña Nieto, quien ya tiene la espada desenvainada para dar el banderazo a cualquiera de estos, en donde tienen metidas las manos los últimos ex gobernadores de la entidad oaxaqueña, incluso Ulises Ruiz Ortiz ya brincó nuevamente a la arena política haciendo declaraciones a la radio y a la prensa abogando porque el próximo gobernador tiene que ser un oaxaqueño con residencia en Oaxaca y muy ligado a su equipo político para no traer a alguien que pudiera tener problemas en su residencia como tratando de descabezar al hijo de . José Murat, Alejandro Murat Hinojosa, por no convenir a sus intereses con la finalidad de seguir manejando los hilos del poder.

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