Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
De nuevo la sombra de la radicalización de la protesta social ensombrece el cielo de Oaxaca a unos cuantos días de celebrarse el espectáculo folclórico de la Guelaguetza, que atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros, lo que es una bocanada de oxígeno, para la maltrecha economía local.
Sin embargo, ayer integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) realizaron lo que calificaron como la primera acción de boicot a lo que llaman la “Guelaguetza oficial”, en la Plaza de la Danza de la ciudad de Oaxaca, con lo que se jode la máxima fiesta de las y los oaxaqueños.
En dicha acción, desafortunadamente agredieron a los periodistas ahí presentes, particularmente al fotoperiodista Mario Leyva, trabajador del periódico Noticias y del noticiero La Ley 710. Nuestra solidaridad con él y la demanda de respeto a la libertad de información y prensa a los integrantes de la sección 22 del SNTE.
El temor ante las acciones de protesta del magisterio insurgente es tan fuerte, que el propio gobernador Gabino Cué Monteagudo, tuvo que efectuar su audiencia pública número 64, encerrado en una oficina de la Secretaría de Finanzas, del edificio “Saúl Martínez” de Ciudad Judicial, ubicada en Reyes Mantecón, San Bartolo Coyotepec, que fue blindada por los cuerpos de seguridad.
Las medidas de protección se implementaron para evitar que de nuevo, el mandatario tuviera que salir corriendo, como ocurrió en la audiencia 63 efectuada en Ciudad Administrativa, ubicada en Tlalixtac de Cabrera, el pasado 30 de junio.
Qué tragedia vive Cué Monteagudo, que el miércoles, en su frivolidad, estuvo en los “cuernos de la luna”, con los “ojos de la nación” puestos en él, en la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde a nombre de todos sus homólogos del país, como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), dio la bienvenida a la Modernidad Educativa, mientras aquí, en su estado, el desgobierno es patente y la ingobernabilidad una realidad.
Sin duda las circunstancias cambian tanto que el 21 de julio del 2016, no es el 20 de junio del 2015, cuando se dio a conocer la reconfiguración del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), hecho bautizado como “golpe histórico” de Cué Monteagudo, por su área de prensa.
En ese entonces, los integrantes de la Sección 22 del SNTE y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) “ni las manos pudieron meter”, ante el embate de las fuerzas estatales y federales, e incluso la presencia del vocero de la Presidencia y los entonces secretarios federales de Educación Pública y de Desarrollo Social, Emilio Chuayffet Chemor y Rosario Robles Berlanga, respectivamente, así como Moisés Robles Cruz, director del IEEPO, quienes hoy ya no están en estos cargos.
La medida además fue aplaudida por integrantes del SNTE, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), el Senado de la República y de organizaciones civiles como Mexicanos Primero.
Dicen que el operador de esta medida fue el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, por lo que le entregó el discurso que Gabino Cué debió leer ese 20 de junio del 2015, cuando se dio ese “golpe histórico” a la sección 22 del SNTE.
Los aplausos llegaron de todas partes a esta medida y el respaldó al decreto del Gobierno de Oaxaca, que determina cambios en la institución que tenía a su cargo la política educativa de la entidad, la cual había caído en manos de la Sección 22. Verdad a medias, porque la sindical nunca tuvo en sus manos la nómina ni el control del presupuesto, que era visto por los gobernantes en turno, como sus cajas chicas o grandes de dinero mal habido.
Ahora la destrucción de las lonas anunciando la “Guelaguetza oficial” y “Donají… la leyenda” le pega de lleno al presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Javier Villacaña Jiménez, quien pide tregua a las protestas, pero que se sumó con su policía municipal al fallido desalojo del IEEPO el pasado 11 de junio y ahora aquí están las consecuencias, que se radicalizarán aún más con el informe que se de a conocer de la masacre de Nochixtlán.
@MiguelAschulz
