Entrelíneas
Gabino Cué, el boquete de Oaxaca
Miguel Ángel Schultz
Los gobernadores electos de Oaxaca, Veracruz y Tlaxcala fueron recibos por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en la residencia oficial de Los Pinos, el mismísimo 2 de Noviembre “Día de Muertos”, como si hubieran ido a pedir su “calaverita”, particularmente el de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, del PRI y el de Veracruz, Miguel Ángel Yunez Linares, del PAN-PRD.
Ya que Tlaxcala se cuece aparte, porque era hasta el año pasado, la entidad con la menor deuda del país; apenas con 33 millones de pesos. Sí leyó bien treinta y tres millones de pesos, por lo que el mandatario tlaxcalteca electo, Marco Antonio Mena Rodríguez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), estamos seguros, no fue a pedir para el rescate de su entidad, sino para impulsar su desarrollo.
De acuerdo a la información disponible, Yunez Linares consumió cerca de dos horas en la conversación con el presidente, eso es explicable porque Veracruz es la entidad que más llama la atención por la fuga de Javier Duarte de Ochoa, gobernador veracruzano con licencia y por el saqueo cometido que es enorme, que hasta el momento se calcula el daño patrimonial en 16 mil 175 millones de pesos al gobierno veracruzano.
Esto ha dado la oportunidad para que los diputados federales del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se solidaricen con Veracruz y exijan la intervención del gobierno federal, lo cual es plausible, pero no lo es el hecho que no digan nada de la situación que prevalece en Oaxaca, donde un personaje emanado de sus alianzas, Gabino Cué Monteagudo, mantenga a la entidad sumida en la ingobernabilidad y en crisis financiera, con servicios vitales paralizados, por el boquete que le ha dejado a las finanzas públicas del estado.
Sin lugar a dudas, que la entrevista de Murat Hinojosa con Peña Nieto viene a atemperar las agitadas aguas, lo que no significa que se vaya a dar el rescate de Oaxaca, cuya obra pública está prácticamente paralizada; con cientos de prestadores de servicios que se verán en la banca rota, porque el dinero para que se les liquide difícilmente llegará para saldar con ellos los adeudos.
El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, que conoce al dedillo la mediocridad del gobierno que termina, dudamos que le facilite el dinero para rescatar lo poco que queda al “Gobierno del Cambio”, traicionado, de Cué Monteagudo.
Menos aun cuando recién declaró al noticiero televisivo de Carlos Loret de Mola, que “los instrumentos financieros deberán hacer frente a la situación financiera de su estado, conforme a la ley”; explicó que sólo cuenta con dos instrumentos para apoyar a los estados: la entrega de participaciones provenientes de la recaudación, que pueden ser usadas libremente, y las aportaciones de recursos con fines específicos”.
Meade Kuribreña remató que “puede haber proyectos de inversión en infraestructura, pero la situación financiera de cada estado es responsabilidad de los gobiernos locales”. Más claro ni el agua, porque eso quiere decir que, o exigen los mandatarios electos cuentas claras a sus sucesores y regresan el dinero que desviaron, o pagan las consecuencias del saqueo de las arcas públicas.
En este marco, la entrevista de Murat Hinojosa con Peña Nieto, será vital para el destino inmediato de Oaxaca, para que se cuente con los recursos económicos necesarios para activar la economía maltrecha de Oaxaca, luego de las protestas radicales de los integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que algunos líderes empresariales cuantificaron en 11 mil 500 millones de pesos.
La deuda que hereda Gabino Cué a Alejandro Murat, se estima en 13 mil 175 millones de pesos, aunque hay quienes consideran que esta cifra se elevará hasta los 20 mil millones de pesos.
Recordemos que Cué Monteagudo recibió un endeudamiento de cuatro mil 615 millones de pesos, de su antecesor Ulises Ruiz Ortiz. ¡Vaya diferencia!.
También causa suspicacia lo publicado por el periódico nacional El Financiero el 16 de mayo pasado, que su operador político, Jorge Castillo, ha amasado una fortuna de siete mil millones de pesos, de lo cual nadie pide cuentas, mejor hay que estar preocupados por Veracruz y pedir que atrapen a Duarte de Ochoa.
@MiguelAschulz
