Miguel Ángel Schultz
Bajo el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa, Oaxaca se ha transformado en una de las entidades más peligrosas del país en lo que va de su mandato -si así se le puede decir- al incrementarse los hechos de violencia criminal, prueba de ello es la masacre ocurrida en Santa María Ecatepec, donde fueron sacrificadas 13 personas en una emboscada efectuada, supuestamente, por sus vecinos de San Lucas Ixcotepec, con quienes mantienen un conflicto por límites territoriales.
Ante este terrible hecho, de inmediato el ejecutivo del estado, ante los medios de comunicación, al término del homenaje luctuoso por el aniversario 146 del fallecimiento del Benemérito de la Patria y de las Américas, Benito JUárez García, realizado dentro de los muros de Ciudad Administrativa, responsabilizó de la masacre a las instancias federales -es decir, al gobierno de Enrique Peña Nieto, por su incapacidad para gobernar-.
Alejandro Murat señaló como responsables a la Procuraduría Agraria y al Tribunal Agrario, de no dar soluciones a los conflictos por límites de tierras. Sin embargo, nada dijo sobre el problema que existe en el Distrito de San Carlos Yautepec, que ha pasado de ser una zona de cultivo de marihuana a amapola, sin que su gobierno tome medidas para atender este hecho que ocurre en el campo oaxaqueño.
Ambas poblaciones forman parte del Distrito de San Carlos Yautepec, que no está del otro lado del mundo, sino a menos de 150 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, que de acuerdo a reportes de la VIII Región Militar, bajo el mando del general de División Diplomado Estado Mayor, Alfonso Duarte Mujica, el Distrito de San Carlos Yautepec es uno de los principales productores de amapola en Oaxaca.
Se podrá argumentar para descargar la responsabilidad que le compete al Gobierno del Estado, que el combate a los delitos del cultivo de enervantes, corresponden a la administración de Peña Nieto y por ende a la Procuraduría General de la República (PGR), a la Secretaría de Gobernación (Segob) y a los militares, tanto a la Marina Armada de México, como al Ejército Mexicano y a la Fuerza Aérea, lo cual es cierto.
Sin embargo, lo que le hace falta informar a Murat Hinojosa, es lo que él ha hecho para poner en marcha acciones que desalienten el cultivo de enervantes en el empobrecido campo oaxaqueño; que diga de las acciones emprendidas para atender el rezago de estas regiones de la entidad, como las que conforman el Distrito de San Carlos Yautepec, que como decimos no está del otro lado del mundo, sino a menos de 150 kilómetros de la capital del estado.
Tampoco nada dice el secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud Mafud, del conflicto político que existe en Santa María Ecatepec, que obligó al Gobierno a designar a un administrador municipal: Carlos Alberto Holder Gómez, ya que no hubo condiciones de estabilidad social para que esta población, ahora mártir, eligieran a sus autoridades municipales.
Para entender en parte el origen de esta masacre hay que tomar en cuenta que de acuerdo al censo de Población y Vivienda del 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Santa María Ecatepec tenía una población total de tres mil 461 personas, de las que mil 703 son hombres y mil 758 son mujeres.
En tanto, San Lucas Ixcotepec es una agencia del municipio de San Carlos Yautepec de unos 300 habitantes, que a través de un comunicado, emitido hace apenas dos días firmado por el pueblo y autoridades, dieron a conocer que efectivamente existe un conflicto agrario por tres mil 600 hectáreas, que se inició a partir de la expedición de las resoluciones presidenciales emitidas en la década de los 80s del siglo pasado. Pero que el conflicto se reavivó en el año 2016, durante la administración pasada de Gabino Cué Monteagudo, que también tiene, su gobierno, responsabilidad en los hechos al dejar los problemas agrarios al garete.
En el mismo escrito denuncian que los pobladores de Santa María Ecatepec bloquearon los caminos de San Lucas Ixcotepec, impidiendo el paso de alimentos y medicinas, acciones que mantuvieron hasta el pasado mes de mayo.
Nada justifica la masacre perpetrada en Santa María Ecatepec, que costó la vida a 13 personas, como resultado inicial, como tampoco nada justifica la opacidad del Gobierno del Estado, que por su incapacidad, le da permiso a la muerte para que arregle los conflictos sociales, ante una administración que empieza a demostrar su total fracaso.
@MiguelAschulz
