Entrelineas
Miguel Ángel Schultz
El miedo se apoderó de las calles de Juchitán ayer martes, tanto que hasta las actividades del mercado tradicional de este municipio zapoteco se vieron prácticamente paralizadas. Zozobra y temor que se extiende por los otros 11 municipios que conforman el motor de la economía de la región del Istmo, entre estos el puerto de Salina Cruz y Ciudad Ixtepec, donde se encuentra una base naval y un base de la Fuerza Aérea, sin que por ello la población se sienta segura y protegida.
El gobierno de Gabino Cué Monteagudo, quien también preside la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), apenas si pudo balbucear una respuesta y envió un mini ejército de elementos de las diversas fuerzas de seguridad, lo que no logró atemperar los ánimos de una población que cada día ve como se ejecuta a ciudadanos en las calles a plena luz del día.
Las escuelas cerraron sus puertas, entre estás, el Instituto Tecnológico del Istmo (ITI) y la asistencia de escolares fue poca. A pesar de la suspensión, el director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Moisés Robles Cruz, guarda silencio, sin aclarar si habrá descuentos o serán despedidos los mentores que hayan acumulado tres faltas.
Lo que hay ahora es un vació de gobierno que ha provocado la actividad de los grupos de delincuentes, que prácticamente han tomado el control de la región del Istmo y que en un comunicado advirtieron que están presentes en los 12 municipios más importantes de esa zona.
En tanto, el Cabildo juchiteco y su presidente Saúl Vicente Vázquez determinaron suspender la caminata rumbo a la capital del estado, que había partido el domingo y que el lunes por la tarde llegó a Jalapa del Marqués, por lo que apenas habían recorrido 60 kilómetros.
Esta ola de violencia, que se extiende por varios puntos de la entidad, aunque en la región del Istmo ha alcanzado un clímax nunca antes visto en Oaxaca, es el resultado de la incapacidad del gobierno estatal, que se ha mostrado indiferente hacia las necesidades fundamentales del pueblo de Oaxaca, sólo que en este caso le estalló en las manos y tomó notoriedad nacional e internacional, por lo que tuvo que actuar a medias.
Esta inseguridad ha crecido pese a la presencia de por lo menos dos mil efectivos de las fuerzas federales, que quedan como remanente, luego que arribaron a Oaxaca en los primeros días de junio pasado, ante la radicalización de las protestas de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), contra la Reforma Educativa y contra el proceso electoral federal, del año pasado.
La ocupación de Oaxaca fue a través de siete aviones hércules, decenas de vehículos militares y de la Gendarmería llegaron por tierra y hasta hubo desembarco en los Puertos de Huatulco y Salina Cruz, llegando a sumar hasta 10 mil efectivos. Sin que ello significara nada para la seguridad de los y las oaxaqueñas, ya que sólo vinieron para apagar las protestas radicalizadas de los sindicalistas, que por ello han perdido el respaldo popular.
En la región del Istmo ésta el más claro ejemplo del fracaso del gobierno de Cué Monteagudo en materia de seguridad, que con el arribo de los mandos policiacos y de justicia a Juchitán, esperan que con una sentada de los titulares de la Secretaría General de Gobierno, Carlos Santiago Carrasco; y de Seguridad Pública de Oaxaca, Jorge Alberto Ruiz Martínez; así como del fiscal general, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz y autoridades municipales, darán certidumbre a una población que se resguarda en sus casas por el temor a morir en las calles.
Terminado el despliegue aparatoso del que podríamos llamar gabinete de seguridad de Oaxaca, todos los funcionarios salieron de Juchitán de regreso a la capital del estado, sin que se sepa hasta el momento de los resultados que permitan desarticular las bandas de los delincuentes que han tenido la capacidad de imponer un toque de queda, que es acatado por la población, lo que es sumamente grave.
El Entre
Mientras el miedo atranca las puertas de las casas en Juchitán y en la región del Istmo, Cué Monteagudo en su carácter de presidente de la CONAGO, participó en la ceremonia de Afiliación de Estudiantes del Nivel Medio Superior y Superior al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto en el patio “El Paraguas” del Museo de Antropología e Historia, que incorpora a siete millones de alumnos a este esquema de salud para que puedan atenderse médicamente a través de la estrategia “Seguro Joven IMSS”. En tanto, el Instituto Tecnológico del Istmo cerró sus puertas ante las amenazas de muerte que recibieron algunos de los maestros.
Las Líneas
Momentos de angustia viven los padres de Ana Beatriz Mayo Ortiz, originaria de Minatitlán, Veracruz, que denuncian la desaparición de la joven desde el pasado miércoles 13 de abril, cuando paseaba en un auto en Oaxaca, acompañada por el joven Luis Fernando Aburto Martínez, y fueron detenidos por agentes estatales de investigación, que los acusaron de transportarse en un vehículo robado, con placas del Estado de México. Incluso señalan que Aburto Martínez fue puesto en libertad el sábado 16 de abril, luego de estar confinado en el edificio Chu Rasgado de Ciudad Judicial, desde el día de su detención, pero no se sabe nada del paradero de la joven, también informan que los agentes que los detuvieron fueron Adrián Cabrera Meléndez y Omar Levi.
@MiguelAschulz