La protección de los derechos humanos se ha consolidado como eje transversal en la obra del Gobierno de Oaxaca, toda vez que los valores y principios del juarismo “son la fuente de inspiración de mi administración, como soberanía, independencia, legalidad, tolerancia, respeto a los Derechos Humanos, la paz y el progreso”, aseguró en entrevista.
El mandatario oaxaqueño manifestó que a dos años de haber asumido la gubernatura de la entidad, se ha integrado un sólo frente de trabajo, el cual busca proteger y restituir al pueblo oaxaqueño sus derechos fundamentales en el ámbito de la justicia, la participación política, la libertad de expresión, de información y asociación.
Dijo que esto es posible gracias a la acción estrecha, coordinada y solidaria con las organizaciones estatales, nacionales y mundiales en materia de derechos humanos, al igual que con los activistas de la sociedad civil, quienes con el fin de fortalecer el derecho a la salud, a la alimentación y a la educación de la población, cooperan en el combate a las amenazas que golpean a los migrantes, los pueblos indígenas, las mujeres y la niñez.
“Nos hemos afanado en hacer justicia a los braceros oaxaqueños que por más de cuatro décadas reclamaron lo suyo al gobierno, así como trabajamos en la devolución de los ahorros a los cientos de defraudados por las cajas de ahorro”, citó como ejemplo.
El Gobierno de Oaxaca asumió de tal manera su compromiso con los Derechos Humanos, que hoy es el primer gobierno del país que comparece ante el pleno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo que representa un hecho inédito en la historia de Oaxaca, apuntó.
Cué Monteagudo precisó que además se creó las Fiscalías de Investigación en Delitos de Trascendencia Social y la de Atención a Migrantes, la Subprocuraduría de Delitos Contra de la Mujer por Razón de Género, y fortaleció el Consejo Estatal para la Prevención y Erradicación de la Violencia.
Con el propósito de fortalecer su defensa, se lleva a cabo de manera permanente una cruzada estatal que aliente la cultura de la denuncia, que mitigue el sufrimiento de las víctimas, que investigue las causas de la violencia y coadyuve a evitar la muerte de más mujeres.
En este sentido -destacó- este conjunto de acciones revela que para el Gobierno de Oaxaca, la promoción y protección de los derechos humanos no es un recurso retórico ni un concepto de moda, sino una condición imprescindible de democracia.
“Los Derechos Humanos en este gobierno tienen rostro social, porque son un referente tangible en la calidad de vida de las personas y sus familias”, finalizó el mandatario estatal.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos se aprobó por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, luego de concluir la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de garantizar el respeto y la dignidad de las personas y evitar la repetición de hechos lamentables, como la vulneración de la dignidad de las personas y privilegiar el respeto a sus diferencias.
