“Los 33 mineros nos dieron una lección de lealtad, compañerismo y trabajo en equipo”, expresó el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras recibir en la superficie al último de los trabajadores atrapados en la mina San José, el jefe de turno Luis Urzúa; al tiempo que manifestó su deseo de recibirlos próximamente en el Palacio de La Moneda, “la casa de todos los chilenos”.
Dijo que tuvo la oportunidad de recibir el saludo de muchos Mandatarios del mundo entero, como los Presidentes de Brasil, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay, el Primer Ministro de Inglaterra y de Israel, “lo cual muestra que hoy día Chile estuvo en el corazón, no solamente de los chilenos y los latinoamericanos; estuvimos en el corazón del mundo”.
Aseguró que este accidente “no va a quedar impune” y que la lección apunta a “mejorar nuestros sistemas y procedimientos para resguardar mejor la vida, la integridad y la dignidad de nuestros trabajadores”, adelantando que “en muy pocos días más, espero poder anunciar un nuevo trato con los trabajadores y las trabajadoras chilenas”.
“Hoy Chile no es el mismo país que teníamos hace 69 días. Los mineros no son los mismos que quedaron atrapados ese día 5 de agosto. Han salido fortalecidos y nos han dado una lección. Pero Chile tampoco es el mismo; creo que hoy día Chile está más unido y más fuerte que nunca, y es un país más respetado y más valorado en el mundo entero”.
Agregó que “hemos vivido una jornada que no vamos a olvidar nunca más en nuestras vidas. Una jornada que nos ha llenado de alegría, de emociones y también de orgullo. Yo quiero resumir estos 69 días diciendo que todos los chilenos buscamos a nuestros mineros como si fueran nuestros hijos. Los encontramos con la ayuda de Dios y los rescatamos como chilenos”.
En ese sentido, expresó que “Dios nos ha puesto a prueba este año, pero nunca Dios nos pone una carga que no seamos capaces de sobrellevar. Enfrentamos el terremoto unidos, con fuerza, con fe, con coraje, y lo estamos superando. Enfrentamos el Bicentenario unidos y tuvimos una fiesta de alegría y de unidad. Y enfrentamos el rescate de nuestros 33 mineros también unidos; lo hicimos a la chilena y eso significa que lo hicimos bien, con unidad, con fe y con esperanza”.
El Mandatario recordó también los emotivos momentos vividos al recibir en la superficie al último de los 33 mineros: “Hay momentos en que las emociones se van para adentro. Y uno las siente y no las puede expresar. Y hay momentos en que salen a borbotones. La verdad es que cuando vi el rostro de Luis Urzúa, el último minero que salió de las entrañas de la mina, me emocioné, como estoy emocionado hoy día y como están emocionados todos y todas las chilenas. Y les quiero agradecer y decirles que me siento orgulloso de tener el privilegio y la responsabilidad de ser el Presidente de todos los chilenos”.
Añadió que “cuando abrazaba a cada uno de los mineros, ellos nos daban las gracias, y yo les decía: “por favor, somos nosotros los que tenemos que agradecerles a ustedes”. Y les dije que queríamos recibirlos en La Moneda, porque ahí los recibimos en la casa de todos, la casa de todos los chilenos”.
Consultado por las responsabilidades en relación al accidente de los 33 mineros y el curso de las acciones legales, el Jefe de Estado reafirmó que “esto no va a quedar impune. Los que tengan responsabilidad, van a tener que asumir sus responsabilidades. Pero también ha sido una gran lección para todos los chilenos y para nuestro Gobierno: mejorar nuestros sistemas, nuestras actitudes, nuestros procedimientos, para resguardar mejor la vida, la integridad y la dignidad de nuestros trabajadores. Y no solamente en la minería, sino también en el campo, la construcción, el transporte y la pesca”.
Finalmente, adelantó que “en muy pocos días más, espero poder anunciar un nuevo trato con los trabajadores y las trabajadoras chilenas”.
El mandatario recibió al último rescatista, Manuel González que por sus conocimientos y experiencia fue el último que dejó las profundidades de la mina.