Por Horacio Corro Espinosa
Para el 24 de abril de 2017
Si tú tienes un correo en Internet o tienes una cuenta en Facebook, Twitter o cualquier otra red social, o simplemente navegas en Internet para distraerte un rato, te va a interesar lo siguiente.
Desde el momento que te conectas a Internet pones en riesgo todo lo que tienes guardado en tu disco duro, incluyendo tu dirección, tu número de teléfono y estados de cuenta, etcétera.
El riesgo sucede por la ignorancia de la gente, y la ignorancia viene porque no se han interesado en leer mínimamente lo que es Internet. Si lo supieran, se protegerían un poco, que sería suficiente.
La mayoría no lo sabe, pero todos los días se construye el arma más poderosa en contra de la humanidad. En unos cuantos meses, ya no digo años, no podrás hacer nada si no lo ejecutas desde Internet. Ese medio será la moneda de cambio. Desde ahí podrás comprar, pagar, inscribirte, hablar, publicar y todo lo que se te ocurra.
Después de esa etapa pase, vendrá otra que para poder hacer lo mismo tendrás que tener implantado en una parte de tu cuerpo algo parecido a un chip, y sin él nada podrás hacer. Para poder comprar algo, por ejemplo, una máquina te escaneará y te extraerá todos tus datos personales para que puedas ejecutar tu adquisición, y si no tienes ese chip, no existes, no serás nadie para el hombre.
Ésa será una nueva forma de opresión contra la humanidad. Hoy, hay mucha gente que no puede vivir sin su teléfono en la mano. Sin ese aparato siente que no tiene vida, pero en el fondo lo que está haciendo, es entregar poco a poco parte de su vida a través de sus datos de información.
Muchos no saben, pero a través de tu teléfono celular otra persona puede estar escuchando todo lo que dices sin necesidad de que tengas llamada con ese sujeto. También, se puede activar el video de tu aparato y se puede saber dónde te encuentras y con quién estás en ese momento sin que tú te des cuenta.
Muchos de ustedes se acordarán de aquel audio con la voz de Gabino Cué al decir en una reunión previa a las elecciones, cómo hacerle para revivir a los muertos para que pudieran votar. Es posible que ese audio haya sido tomado desde un punto remoto sin que Gabino ni ninguno de los ahí reunidos se dieran cuenta que los espiaban.
Seguramente muchos de los que acostumbran asistir a marchas y plantones, se han de preguntar que cómo es posible que se hayan enterado que ahí estuvieron. Fácil.
Si ustedes han sido observadores, cerca de donde pasan siempre hay una parabólica, y han de pensar que solo sirve para enviar imágenes, pero la realidad es otra. Muchas veces sirve para escanear números de celular. Así es como quedan registrados todos los que asistieron a ese “desorden” contra el pueblo.
Un tip, cuando vayas a un café no pidas la clave para conectarte, mejor usa tus datos. Pues es fácil que algunos de los que están conectados a la misma red te hackeen y te roben tus datos sin que te des cuenta.
A veces es divertido para los que saben meterse al wi-fi y entrar a tu cuenta porque estás conectado a la misma línea, pero hacer siempre eso a la larga es aburrido.
Las personas que están en el café siempre se ven de buena reputación, pero en sus redes son personas completamente diferentes. No falta el que está enamorando a otra persona desde una cuenta que no tiene nada que ver con su nombre; o la chica o el chico que manda a su amado o amada fotos sensuales etcétera, etcétera. Siempre es lo mismo.
¿Y qué se necesita para entrar a las otras cuentas? Nada del otro mundo, solo una herramienta que se llama Wi-Fi Pineapple, que traducido es piña. Es un aparatito que lo conectas a tu teléfono o a tu computadora y desde ahí tomas el mando del wi-fi del lugar. Así que toda la gente que se conecte a la cuenta del restaurant o del bar o del lugar que sea, antes, se conectará a la piña, o sea, al aparato que estas manipulando, donde forzosamente pasarán por ahí todos los datos que haga cualquier persona que se encuentre conectado a la misma clave.
Hay otro montón de formas para entrar a tu computadora o tu teléfono celular, pero como a la gente no le interesa eso porque no le gusta leer, prefiere hacerlo a trancazos, a lo bruto para descubrir lo que dice el amado o la amada a través de su twitter, Facebook, o WhatsApp, ¿a poco no?
Bueno, todo esto es parte de lo que me han contado y he leído. No me acusen de nada, por favor.
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