Con gran pesar anuncio que el Embajador Carlos Pascual ha pedido al presidente Obama y a mí a aceptar su renuncia como nuestro embajador en México
Durante el último año y medio, el Embajador Carlos Pascual ha sido un arquitecto y defensor de la relación México-Estados Unidos, ha logrando el avance de las políticas de los Estados Unidos y de la Administración del presidente. Ha colaborado incansablemente con sus homólogos mexicanos para sentar las bases para un mercado transfronterizo de energía renovables, a iniciar negociaciones sobre la gestión de las reservas de petróleo y gas que atraviesan el territorio de EE.UU. y México, y construir una estrategia de nueva frontera para promover el comercio, mientras se termina con los flujos ilícitos. Carlos también ha participado de negocios de EE.UU., y México para crear mercados que han ayudado a convertir a México en el segundo destino de las exportaciones de EE.UU.
Embajador Pascual trabajó con el gobierno mexicano para integrar los derechos humanos en nuestras respectivas políticas, sino que también se asociaron para mejorar las conexiones humanas y culturales que sustentan la amistad entre los pueblos de México y los Estados Unidos. Carlos se asoció con sus colegas para llegar más allá del enfoque inicial de la Iniciativa Mérida logrando disminuir los carteles, creando instituciones para el Estado de Derecho en México y la participación de la sociedad civil mexicana en la promoción de su seguridad. Estos lazos, han crecido y fortalecido a lo largo de su mandato, servirán a nuestras dos naciones durante décadas.
En el Gobierno de los EE.UU., Carlos abrazó al “del gobierno” en su conjunto para hacer frente a una de nuestras relaciones bilaterales más importantes, ganando el respeto y la cooperación de nuestro servicio exterior, militar y fuerzas del orden. El Presidente y yo estamos especialmente agradecidos a Carlos por sus esfuerzos para mantener la moral y la seguridad del personal estadounidense después de los tiroteos trágicos en México, que mataron a cuatro personas de nuestra familia en el último año.
Carlos ha transmitido su decisión de regresar a Washington en base a su deseo personal para asegurar la fuerte relación entre nuestros países y evitar cuestiones planteadas por el presidente Calderón, que podrían distraer la atención de los asuntos importantes de mejorar nuestros intereses bilaterales. Lamentamos el presidente Obama y yo haber accedido a la petición de Carlos. Antes de volver a asumir sus nuevas responsabilidades en el Departamento de Estado, el Presidente y ha pedido a Carlos a quedarse en México para ayudar a organizar una transición ordenada.