OAXACA.- La Iglesia Católica exigió al gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, la pronta solución de los conflictos interétnicos que han dejado cientos de muertos durante las últimas décadas, sobre todo en la región triqui de San Juan Copala.

En conferencia de prensa, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, pidió a la nueva administración, que asumió el poder el pasado primero de diciembre, volver “los ojos y el corazón a los pueblos indígenas.

“Debe ser un acto de justicia social, no de filantropía o bondad”, señaló el líder religioso, al pedir una reflexión y participación activa de la sociedad entera y el gobierno, en busca de la paz.

Luego de su homilía dominical, el prelado sentenció que si el gobierno no da prioridad a los problemas de los indígenas, en Oaxaca no existirá un real progreso.

“No se podrá transitar a la democracia y a una vida de calidad para todos. Urge una revisión con todas las etnias para quitar lo que se está haciendo mal y para rescatar lo bueno de las comunidades”, afirmó Chávez Botello.

La reconciliación tiene que basarse en un aporte en servicios y apoyos básicos a dichas culturas y la reparación de daños causados por limitaciones y errores históricos.

En defensa de los pueblos originarios, manifestó que se requiere de un proyecto global, serio e integral: “No elaborado al vapor y menos como una máscara”.

La iniciativa debe evitar la intromisión de fuerzas ajenas que buscan contaminar, manipular y hasta corromper con intenciones o intereses ajenos al bien común de las comunidades indígenas.

“Los indígenas nos han transmitido su valioso patrimonio arqueológico, y hay que reconocer que las raíces culturales están aún vivas en las diferentes etnias”, añadió.

Ante ello, pidió la revisión de la problemática de la región triqui “ya que se han deteriorado los derechos humanos y las garantías de los hombres, mujeres y niños”.