Oaxaca, Oax.- A pesar de la capacidad de los humanos para sobrevivir y adaptarse, las experiencias traumáticas tienden a alterar su equilibrio biológico, psicológico y social tan extensamente que la memoria e interpretación de sus traumas rompe y corrompe todas sus otras experiencias, contaminando su presente y su futuro, señaló el doctor Ignacio Jarero Mena.
Durante el taller teórico-práctico “Autocuidados psicoemocionales para personas que atienden a víctimas del delito y la violencia”, el integrante de la asociación civil “Ámame en crisis” se refirió a un estudio realizado en Estados Unidos en el 2007.
Explicó que el estudio se realizó a 282 trabajadores sociales que habían atendido a personas levemente traumatizadas o moderamente traumatizadas, destacando que el 55 por ciento de los trabajadores sociales presentó síntomas traumatizantes.
Asimismo, destacó que las conclusiones de ese estudio demostraron que los profesionales que trabajan con personas traumatizadas, son significativamente vulnerables a ser traumatizados.
Puntualizó que el estrés postraumático o crisis psicológica son tan solo algunos ejemplos que las personas sufren y en consecuencia muchas de las veces llega a afectar a victimas secundarías como sus familiares y amigos.
Del mismo modo, detalló que esa afectación llega inclusive a los profesionales de atender a víctimas de violencia convirtiéndolos en victimas terciarias como: médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, profesionales en salud mental, ajustadores de seguros, ministerios públicos o visitadores de Derechos Humanos, llegando inclusive a desarrollar desgaste profesional por empatía.
Asimismo, los traumas psicológicos son considerados físico y no solo mentales, de ahí que se conviertan en heridas invisibles, aseguró durante el taller organizado por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Al dar a conocer los diferentes métodos milenarios y contemporáneos para tener control sobre el estrés y con ello, una mejor salud física y emocional, así como los elementos suficientes para la intervención en crisis, Jarero Mena resaltó la gran participación de los servidores públicos ahí presentes e hizo un llamado para que los conocimientos ahí adquiridos los lleven a la práctica.
En su mensaje de bienvenida, Juan Rodríguez Ramos, Visitador General de DDHPO, destacó la importancia del taller, ya que contribuye a la armonización y profesionalización de los servidores públicos, así como de las personas encargadas de atender a víctimas del delito y la violencia.
“Creemos que en la defensoría de los Derechos humanos no sólo es importante investigar quejas contra servidores públicos, sino prevenir actos que nos conlleven a una violación a los derechos humanos”, destacó al tiempo de señalar que los servidores públicos de los diferentes órdenes de gobierno deben tener conciencia de respetar los derechos humanos, y eso se logra a través de una capacitación constante en la materia.