Al inaugurar este miércoles en la Plaza de la Danza la XXVII Feria del libro y sus lectores, organizado por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y la Jefatura del Sector 06 de Educación Primaria, afirmó que hoy más que nunca los niños son lo más importante.
La XXVII Feria del libro y sus lectores, titulada Guelaguetza Popular de los libros y sus lectores, tiene como objetivo fomentar la lectura y la escritura en la educación básica.
A la inauguración de esta feria, asistió la regidora de Cultura, Deportes y Fomento Educativo, Amanda Eugenia Avendaño Castellanos Chazari; el director general del IEEPO Bernardo Vásquez Colmenares; el secretario de las Culturas y Artes de Oaxaca, Andrés Webster Henestrosa; la procuradora de la Defensa de la Mujer y la Familia del Sistema DIF, Laura Vargas Mayoral; el coordinador de la Feria del libro y sus lectores, Erangelio Mendoza González, entre otros.
Al respecto, Vásquez Colmenares expresó que “para el IEEPO es de suma importancia sumarnos a esta edición de la feria, que reúne a estudiantes de todo el estado, donde cada uno de ellos prenderá la vela del conocimiento, en estos cinco días, con el convenio de los libros”.
Al término de la inauguración de la XXVII Feria del libro y sus lectores, Guelaguetza Popular de los libros y sus lectores, Sofía Luis Lorenzo, originaria de Teotitlan del Valle, hizo entrega de dos velas adornadas de cera virgen, una al Edil capitalino y otra a Erangelio Mendoza; la vela simboliza el árbol de la vida; por último se entonó la canción “La sonrisa de los niños”.
Para iniciar con las actividades, Ugartechea Begué encabezó la tradicional calenda acompañado de Erangelio Mendoza y diversos supervisores de zona, así como del empresario y filántropo José Gómez Migoya, durante la cual regaló cientos de publicaciones a niños y niñas que acompañados de sus padres se sumaron al alegre corrido.
La XXVII Feria del libro y sus lectores, se desarrollará del 16 al 20 de marzo en diversos escenarios del Centro Histórico, y participarán cinco mil niños provenientes de las ocho regiones, 700 padres de familia, 400 maestros, 175 talleristas, seis cuenta-cuentos y diversas personalidades.
Sólo en una ocasión he podido asistir a una calenda literaria, y me gustó: reunir la algarabía, los colores, la música y la pasión por los libros en un sólo evento me pareció fantástico.
También reconozco que el fomentar en los niños el amor a la lectura y escritura por medio de los cuentistas es una excelente opción. Nada mejor que los cuentos (bien contados) para hacer germinar el amor por los libros en los niños; que a no muy largo plazo, es una fuerte e inteligente inversión.