Una ola de indignación ha levantado en el mundo y en el país la masacre de 72 migrantes efectuada por gente armada, identificada como “Zetas”, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, el pasado domingo.
Uno de los atacados, Luis Freddy Lala Pamadilla, ecuatoriano logró sobrevivir con un disparo en el cuello con salida en el maxilar y caminar 22 kilómetros y avisar a elementos de la Armada, el pasado lunes.
Los sacrificados son 59 hombres y 14 mujeres, una de ellas en avanzado estado de gravidez; originarios de Brasil, Ecuador, Honduras y el Salvador y cuyo destino eran los Estados Unidos.
Los sacrificados se transportado en un autobús que fue interceptado por hombres armados, que les solicitaron dinero, al no tenerlo les ofrecieron se integraran a su banda con un pago mil dólares a la semana al negarse, los empezaron a acribillar y para rematarlos le dispararon en la cabeza.
Al lugar de los hechos arribo un helicóptero de la Armada de México, que fue sujeta de disparos de armas de fuego, por lo que un destacamento de 70 elementos marinos se presentó en el lugar y se registró un enfrentamiento muriendo un elemento de la armada.