* Indeseable, que el Ejecutivo elija a los candidatos por falta de acuerdos: Herrera Ávila
* Demorar más el proceso de elección de ministros va en contra de la sociedad: Barbosa Huerta
México, DF., 08-nov-2015.- Los coordinadores parlamentarios del PAN, Fernando Herrera Ávila, y del PRD, Miguel Barbosa Huerta, instaron al presidente Enrique Peña Nieto a remitir cuanto antes al Senado de la República las ternas de las y los candidatos a ocupar las dos vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya notificadas por el ministro presidente de éste órgano.
Herrera Ávila expuso que la bancada panista tiene especial interés en contar con el tiempo suficiente para realizar un análisis serio, sereno, escrupuloso y responsable sobre qué tipo de Corte requiere la nueva circunstancia que atraviesa el país, los perfiles que deben integrarla y qué otro tipo de equilibrios se tienen que salvaguardar.
El Ejecutivo federal debe entender que el Senado tiene ante sí la toma de una decisión relevante, de la más altísima responsabilidad y con el mayor de los respetos y consideración que se le debe tener a otro Poder, precisó.
“Lo importante -dijo- es tomar una decisión que fortalezca a la Suprema Corte, que genere un amplio consenso, porque se trata de una competencia exclusiva del Senado que por lo menos el Partido Acción Nacional (PAN) “no comparte ni consulta con nadie ajeno al grupo parlamentario”.
Reiteró que los dos candidatos o candidatas que lleguen a cubrir las vacantes en la SCJN deben reunir mínimamente los requisitos de buena fama pública y solvencia moral incuestionable, no tener militancia partidista, experiencia profesional probada y un profundo entendimiento de la Constitución, del orden jurídico internacional y en particular del de los derechos humanos.
Además, para garantizar la equidad de género en los nuevos nombramientos, se hace necesario –agregó- que cuando menos una de las ternas que envíe el presidente de la República al Senado sea integrada por mujeres.
Herrera Ávila alertó que el Senado debe contar con el tiempo suficiente que le permita procesar con responsabilidad las ternas, porque se corre el riesgo de generar una coyuntura donde el presidente por sì mismo tenga que resolver los nombramientos, ante la falta de acuerdos.
Manifestó que el grupo parlamentario panista no desea llegar a este escenario de nombramiento directo por parte del Ejecutivo, “porque romperia los equilibrios de la división de poderes y sería lo peor que le podría pasar al Senado”.
Por ello, el coordinador parlamentario insistió en la necesidad de que el Ejecutivo federal sea sensible y envíe a la brevedad las ternas, para no seguir generando una tensión mayor a la carga ideológica y polìtica que de suyo representa la elección de dos ministros para uno de los tres poderes de la Unión.
Destacó la relevancia de desahogar las ternas “en esta primera vuelta”, es decir que el primer mandatario envíe ya las propuestas y la Comisión de Justicia dé paso a las comparecencias para definir la elegibilidad de las y los prospectos y posteriormente éstos hagan lo propio ante el pleno senatorial, previo a que las bancadas acerquen posiciones para alcanzar la mayorìa calificada que se requiere.
Adelantó que antes de comparecer, el grupo parlamentario panista solicitará que las y los candidatos que integren las ternas presenten y hagan pública su tres de tres, esto es sus declaraciones patrimonial, de impuestos de los últimos cinco años, así como la de potenciales conflictos de interés que pudieran tener en el ejercicio de sus nuevas funciones.
Herrera Ávila puso de manifiesto que el actual procedimiento, por ejemplo, para el nombramiento de los ministros de la Corte ya resulta inoperante por el innecesario desgaste al que están expuestos las y los aspirantes a la SCJN, pero sobre todo porque la falta de tiempo forza los acuerdos.
* Demorar más el proceso de elección de ministros va en contra de la sociedad
“Pedimos firmemente al Ejecutivo Federal enviar las ternas para integrar la SCJN, ya que el Senado de la República debe cumplir con sus funciones constitucionales, y retrasar más este proceso va en contra de esta Cámara, la Corte y principalmente la sociedad”, afirmó Barbosa Huerta.
Terminó la primera semana de noviembre y el presidente de la República, no envió las propuestas de entre las cuales se elegirán a quienes sustituirán a la ministra Olga Sánchez Cordero y al ministro Juan Silva Meza, señaló.
“De nada han servido las expresiones públicas que señalan la necesidad de que ya se envíen estas ternas. Tampoco que en días pasados el presidente de la SCJN, ministro Luis María Aguilar, haya comunicado oficialmente al Ejecutivo Federal que habrá dos vacantes en el máximo tribunal de justicia del país”, dijo.
¿Por qué la demora? ¿En verdad el Ejecutivo no ha podido encontrar entre los integrantes de la carrera judicial, la academia u otros ámbitos relacionados con la justicia a seis mujeres u hombres con el perfil necesario para ocupar un lugar en la Corte? ¿Qué provoca el retraso en el Ejecutivo?, preguntó Barbosa Huerta.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD consideró que existe un proceso alterado, porque el Ejecutivo debió haber mandado ya sus ternas para que el Senado de la República contara con los 30 días que establece la ley fundamental para analizar y pronunciarse por dichas propuestas.
Recordó que la Constitución Política establece en su artículo 96 que “para nombrar a los ministros de la SCJN, el presidente de la República someterá una terna a consideración del Senado, el cual, previa comparecencia de las personas propuestas, designará al ministro que deba cubrir la vacante.
Luego de señalar que “la designación se hará por el voto de las dos terceras partes de los miembros del Senado presentes, dentro del improrrogable plazo de 30 días”, indicó que el retraso en el envío de las propuestas afecta el proceso legislativo de la Cámara de Senadores en una de sus funciones principales, que es designar a los ministros de la SCJN.
La Suprema Corte, como un órgano sustancial del Estado, debe funcionar con la totalidad de sus integrantes, porque los temas sobre los cuales toma decisiones fundamentales precisan de las opiniones y votos de sus 11 miembros.
“Se trata de un manejo político del tiempo que tiene como telón de fondo que el Senado disponga de un menor plazo para elegir a los mejores perfiles, tratar de colocar al Congreso contra la pared en una de sus decisiones más importantes o bien, tratar de imponer una decisión que tendría como propósito negociar los nuevos ministros junto con los de otros nombramientos pendientes, como el del magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, consideró.