Ciudad de México.- La estrategia para el regreso a clases es un plan estandarizado y general, sin embargo, este plan debe ser contextualizado dependiendo de las condiciones de cada estado y municipio, considera Erick Juárez Pineda, director de la Revista Educación Futura y articulista del diario La Jornada.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) presentó un protocolo de 10 puntos para el regreso a clases presenciales donde incluía una Carta que los padres de familia tendrían que firmar y en la cual, se comprometían a revisar periódicamente el estado de salud de los estudiantes e informar a las autoridades educativas cuando existieran síntomas de Covid 19.
Sin embargo, frente al debate suscitado en redes sociales y diversos medios de comunicación, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que a él nunca le consultaron sobre este documento y estaba en desacuerdo con el mismo.
Ante ello, la SEP decidió retirar este documento, argumentando que solo había sido una propuesta presentada ante el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) y que nunca había sido una propuesta oficial, aun cuando esta iniciativa fue presentada como parte de las acciones de regreso a las aulas, durante la conferencia mañanera del pasado 12 de agosto y difundida en las redes sociales oficiales del Gobierno.
Frente a esta polémica, pareciera que existe un conflicto de comunicación entre la titular de la SEP, Delfina Gómez Álvarez y el presidente de la República, señala el también coordinador del Laboratorio de Periodismo y Política Educativa de la Universidad Iberoamericana.
Gómez Álvarez no cuenta con una estrategia clara para el regreso a clases y no existen las condiciones necesarias para volver a las aulas. El caso de la Carta y el titubeo sobre considerarla en el plan estratégico de regreso a clases, solo es una muestra de estas inconsistencias e irregularidades dentro de la dependencia, explica.
Además, advierte que la mayoría de las escuelas públicas, no cuenta con los elementos básicos para abrirlas y muchas de ellas se encuentran en abandono total o han sido vandalizadas, por lo que una Carta, no podría hacer la diferencia frente a estas condiciones.
Señala que en México hay 23 mil 283 escuelas sin baños o sanitarios y 20 mil 111 sin luz eléctrica, es decir, el 11.21 y 9.68 por ciento del total de planteles en el país, respectivamente, en tanto que las entidades federativas con el mayor número de escuelas en condiciones precarias son Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Michoacán.
Adicionalmente, señaló que el 64 por ciento de las escuelas comunitarias y de las indígenas no tiene agua entubada todos los días; 33 por ciento no tienen sanitarios y de las que tienen, el 70 por ciento se encuentran en muy malas condiciones.
Además, explica, el 26 por ciento de la población en México carece del acceso a servicios básicos en la vivienda y, del total de escuelas en el país, el 42.27 por ciento no tiene drenaje disponible.