Democracia secreta
Porfirio Santibáñez Orozco
VARIOS medios de información han comentado escuetamente la reunión que tuvieron Felipe Calderón y la dirección nacional del PRI, el lunes 6 de septiembre pasado. Es natural que en una democracia como la nuestra, que adolece de muchas limitaciones y avanza milimétricamente, se den regularmente este tipo de encuentros entre los actores políticos del país. Reuniones como esa deberían ser más frecuentes e involucrar a más actores políticos porque eso permitiría poner límites precisos al arcaico presidencialismo, establecer consensos con respecto a asuntos de interés general y salir del estado de indefensión en el que se encuentra el país.
Lo que ya no es natural ni aceptable es que luego de los encuentros no se de a conocer oficialmente a los ciudadanos qué fue lo que se trató y a qué arreglos se llegaron; dar a conocer una parte de la trama, informar a medias, es negar a los demás el derecho a estar informados pues los temas que abordaron no les atañen exclusivamente a ellos.
En una democracia más avanzada esto tendrá que ser diferente; los actores políticos por el solo hecho de serlo tienen todo el derecho de reunirse a solas y fijar una agenda de puntos a tratar, pero en la medida en que sus discusiones tratan asuntos que van más allá de lo que cada uno de ellos quiere, están obligados a informar por completo a la sociedad; mientras eso no suceda se dará lugar a una democracia secreta colmada de tratados presuntamente inconfesables que luego resultan atentatorios de diferentes libertades.
En el encuentro mencionado seguramente hubo reclamos porque ambos se acusaron, como ya lo han hecho públicamente, de faltar a su palabra y a pesar del reciente desencuentro del 4 de julio, con toda probabilidad sentaron las bases para establecer un nuevo acuerdo o llegaron a éste, aunque la sociedad no sepa hasta este momento en qué consiste ni cómo se llevará a cabo.
Por lo pronto, quien tenga preguntas al respecto y quiera obtener respuestas tendrá que adivinar a partir de los escuetos comentarios vertidos por los asistentes al encuentro y especular qué se dijo en temas como el del paquete económico 2011 o en otros más espinosos como el de las alianzas electorales para los comicios locales del 2011, en el estado de México, y los federales del 2012 en los que cambiará el Senado y la presidencia de la República. En todo caso habrá que esperar las señales que den e interpretarlas. Abundaremos…