Afortunada falsa alarma
Porfirio Santibáñez
ENMEDIO de la desgracia que lenta y desafortunadamente nos invade por el peor temporal que hemos tenido en los últimos años, el desgajamiento de un cerro en Santa María Tlahuitoltepec Mixe no tuvo los alcances que algunos medios empezaron a difundir desde las primeras horas de este martes 28.
En una curiosa sucesión de estados de ánimo público, la población del estado de Oaxaca y seguramente de una parte considerable del país pasó de un estado de alarma inicial a la duda y después de algunas descalificaciones de los propios medios llegaron los desmentidos, eso si muy comedidos para que lo que se vio mal desde el principio no se viera tan peor por los yerros cometidos.
Es una magnífica noticia que las cosas no hayan tenido la magnitud que se temía. Sin embargo, no por eso se debe minimizar el hecho de que hay gente afectada que merece toda la atención que se le pueda brindar.
La que si quedó momentáneamente sepultada fue la credibilidad de algunos medios nacionales que, sin verificar la información que recibieron, dieron trato privilegiado al hecho y le pusieron maganavoz a su alarma para ganar la noticia; ni modo, asi es el periodismo de nuestro tiempo en el que la prisa hace que a veces se pierda la compostura.
Falta todavía por ver otro alud que no tardará mucho tiempo en hacerse efectivo: el que recibirá el saliente gobierno del estado por secundar la falsa alarma para demostrar que estaba atendiendo a los damnificados por esta desgracia.
Las primeras pedradas empezaron a caer tan pronto se verificó realmente lo que estaba sucediendo y el vapuleado titular del poder ejecutivo, que ya no está en sus mejores tiempos, fue acusado de irresponsable; los piedrones le llegarán después. Abundaremos…