Y así quieren que los ciudadanos los regresen al poder?
Porfirio Santibáñez Orozco
NOTICIAS recientes dan a conocer el falso optimismo de los priístas nacionales y locales así como las esperanzas despertadas entre sus seguidores en el sentido de que después de las elecciones presidenciales del 2012 van a regresar a Los Pinos.
Acciones como las que han llevado a cabo recientemente cabían impunemente en una sociedad poco informada, controlada, corporativizada; pero es cada vez más difícil que sean aceptadas por l@s ciudadan@s de hoy que están al pendiente de lo que ocurre, critican en privado las imposturas y empiezan a decidir por sí mismos, en momentos cruciales como las elecciones.
Hace pocas semanas se aprobó, en el Estado de México, una reforma electoral que prohíbe las alianzas y las candidaturas comunes. La indefendible ley Peña Nieto ha sido acremente criticada por los ciudadanos y por representantes de los demás partidos y aunque fue aprobada por el poder local todavía está por saberse si pasará.
El lunes 18 de octubre, el jefe de gobierno del DF Marcelo Ebrard preguntó, en un mitin en el estado de México: ¿Por qué le tienen miedo a las alianzas? y respondió: porque ya les pasó en Oaxaca, donde gobernaron 80 años y ya se van el primero de diciembre.
A las pocas horas, el gobernador del Edomex respondió en un tono similar al de Ulises Ruiz Ortiz, quien decía que los problemas de Oaxaca los creaban los atencos y los cegeacheros. Los que llegan de fuera alborotan y se van, dijo Peña Nieto en alusión a que los problemas de su estado los creaban alborotadores ajenos a la entidad.
Peña Nieto pidió, como Ulises, que dejaran a los mexiquenses decidir, pero horas después Ebrard le reviró: ¿Así que él tiene derecho a andar por toda la República promoviéndose y ninguno más debe hacerlo? El copetón de televisa todavía no ha respondido.
Otra perla de la política priísta es la reciente retractación que acaban de hacer de una promesa de campaña. Ofrecieron que bajarían el IVA de 16 a 15% y dieron marcha atrás cuando el gobierno federal los amenazó con que si hacían eso les iban a bajar las participaciones tanto a estados como a municipios. Bastó que 174 de sus diputados se pronunciaran por no reducir el IVA para faltar a su palabra, pero esto fue inmediatamente visto y juzgado por los ciudadanos quienes ya no se preguntan dónde quedó la promesa, como en el pasado, porque ya conocen el estilo tricolor de chamaquear.
Una perla más, la de la diputada Margarita Liborio que al parecer dejará su lugar por órdenes superiores para que lo ocupe Miguel Ángel Ortega Habib, quien necesitará el fuero para esquivar las acusaciones de enriquecimiento que están empezando a aflorar en su contra y cuya dimensión real todavía no conocemos. La diputada Liborio asegura a medios de información local y nacional que no se irá de la diputación porque es una mujer de palabra, con valores y principios, bien nacida. ¿Lo demostrará con hechos?
Con una política basada en el temor a la democracia, fincada en las trampas en las que tiene demasiada experiencia, sin respetar la palabra empeñada y con la abierta intención de negar los derechos de los demás, el PRI no podrá regresar al poder que tuvo; lo que podría funcionarle para volver, y es lo que está haciendo, sería negociar en la cúpula un retorno pactado. Abundaremos…