El VI pre Pleno de la Sección 22 del SNTE tomó acuerdos que aclaran la posición que asumirá el magisterio ante el nuevo gobierno del estado y casi simultáneamente ocurrieron algunos hechos relevantes que se conjugaron con la definición magisterial para marcar el rumbo por el que probablemente tendrá que transitar la nueva administración en el campo de la educación pública en el estado.
Los errores cometidos por funcionarios del nuevo gobierno y por integrantes del congreso del estado durante el proceso de ratificación de Irma Piñeiro como secretaria General de Gobierno (SEGEGO); la decisión de algunos diputados de negarse a seguir, en este caso, la cultura de la línea; los traspiés públicos de Bernardo Vásquez Guzmán al frente del Instituto Estatal de Educación Pública en Oaxaca (IEEPO); las enmiendas de Gabino Cué a algunos de sus colaboradores; el coro de críticas instrumentado especialmente por los voceros del sexenio anterior; las negativas del virtual periódico oficial a ventilar con transparencia lo que está sucediendo y otros hechos menos relevantes son una muestra del aprendizaje temprano al que están siendo sometidos diputados y funcionarios del nuevo sexenio, pero también la ciudadanía.
Algunos errores cometidos por los debutantes tienen justificación pero deben ser enmendados tan pronto como sea posible y, sobre todo, no deben repetirse en ningún otro caso pues se sabe de otros casi profesionistas que están haciendo preparativos para asumir cargos oficiales sin reunir los requisitos de ley.
Los voceros del sexenio anterior no tienen razón al criticar errores naturales propios de la inexperiencia y se les olvida que en su hora fueron demasiado complacientes con los diputados, funcionarios y burócratas más cínicos y corruptos que ha tenido el estado de Oaxaca.
El magisterio consideró que el gobernador tiene atribuciones legales para nombrar a sus colaboradores; sin embargo, decidió no aceptar ninguna interlocución con la SEGEGO por su relación con Elba Esther Gordillo y concedió el beneficio de la duda al titular del IEEPO con lo cual redujo el margen de maniobra de Gabino Cué al exigir una interlocución directa con él.
Esta decisión de los maestros, que podría ser vista como una traba, en realidad puede facilitar el acercamiento del Ejecutivo con el magisterio para que ambos empiecen a atender, lo más directamente que les sea posible, la educación pública en el estado y sus problemas.
Gabino Cué y los maestros pueden aprovechar esta circunstancia para reunirse, establecer una agenda común, incorporar a otros actores que tengan injerencia en este campo, elaborar conjuntamente un diagnóstico del estado de la educación, informar paso a paso a la sociedad lo que vayan logrando y trazar el perfil de la política de Estado que la educación va a requerir para los próximos años.
Si no lo hacen así dejarán pasar, irresponsablemente, una oportunidad excepcional para sentar las bases que permitan resolver el problema social más importante del estado: la falta de una educación con la calidad necesaria para tener una sociedad mejor. Abundaremos…