México DF.-La CNDH firmó 417 convenios, cuatro veces más que en el 2009. Derivado de esta actividad, también incrementó en un 70% la capacitación en derechos humanos y más de 145 mil personas resultaron beneficiadas.
El año pasado para la Comisión Nacional la participación de la sociedad civil organizada en actividades por la defensa de las garantías ciudadanas es fundamental y determinante en aras de fortalecer las responsabilidades del Estado.
Resulta de vital importancia este vínculo y por ello ha implementado un esquema de comunicación y colaboración con las Organizaciones no Gubernamentales (ONG).
Se impulsó la suscripción de convenios con dichos organismos sociales a fin de que colaboren con la CNDH en la vigilancia de los derechos humanos en todo el país.
Estas acciones impactaron en las diversas actividades de capacitación en derechos humanos como conferencias, pláticas, talleres y distribución de material informativo.
El Organismo nacional considera que buscar y lograr un país en que se respeten las leyes, se garanticen la tranquilidad, la equidad, la integridad y la dignidad de las personas, así como se protejan sus bienes, son pasos indispensables para la consolidación de un eficaz Estado democrático de Derecho.
También destaca que los derechos humanos son el eje rector de las acciones emprendidas por una sociedad que reclama legítimamente ser reconocida por su capacidad para articular esfuerzos de manera coordinada con los organismos públicos que se encargan de su defensa.
Se requiere, como nunca, apreciar y valorar todas las propuestas tendientes a garantizar el respeto pleno de los derechos fundamentales, evitando cualquier tipo de descalificaciones o menosprecio a lo que otras organizaciones realizan, porque la defensa de tales derechos, debe estar por encima de cualquier interés particular o personal.
La mejor forma de evitar las vulneraciones a los derechos humanos es mediante la firme unión de voluntades y el intercambio de experiencias entre quienes han asumido el reto de protegerlos.
El ánimo y la voluntad colaborativa en las relaciones entre la CNDH y las ONG hacen indispensable trabajar siempre sobre la base del reconocimiento recíproco de sus respectivas tareas, en pro de los derechos fundamentales.