Tras una jornada de ahorcamiento de cerca de doce horas de las principales vialidades en el Distrito Federal y con un Congreso en huida, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) logró arrinconar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y colocar en suspenso la iniciativa de Ley General del Servicio Docente. Los legisladores sólo habían aprobado Ley General de Educación y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en un periodo extraordinario pero dejaron pendiente la Ley General del Servicio Docente. El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sostuvo la noche del viernes una reunión con líderes de los miles de maestros que secuestraron las sedes de la Cámara de Diputados y el Senado de la República y ahorcaron una de las principales vialidades del norte de la ciudad que dan acceso al Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México. Diputados y senadores tuvieron que huir de sus Cámaras en San Lázaro y en Paseo de la reforma para dictaminar sobre las leyes secundarias de la reforma educativa que enardecieron a los maestros de la Coordinadora, quienes paralizaron las actividades escolares en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Tabasco y Quintana Roo y alcanzaron hasta Baja California, donde miembros de esa organización bloquearon casetas de autopistas. Aproximadamente el conflicto magisterial afecta a dos millones de alumnos en esos estados del país. Aún la noche del viernes y la madrugada del sábado, decenas de maestros de la Coordinadora mantenían bloqueos en los cuatro carriles de la vialidad que da acceso al Aeropuerto de la capital del país. Exigían a sus líderes conocer los acuerdos con las autoridades federales de la secretaría de Gobernación antes de retirarse. Esta mañana se anunció que los maestros abandonaban el sitio al Senado en Paseo de la Reforma. Miles de maestros de la CNTE ocupan la Plaza de la Constitución, donde han levantado un enorme campamento frente a Palacio Nacional y las oficinas del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, cuya administración vive uno de sus peores momentos al ser acosado por una jornada de bloqueos a las principales vialidades capitalinas. Empresarios y legisladores priistas le demandaban el desalojo de las sedes del Congreso. Mancera resistió las exigencias. Por la mañana, el presidente Peña Nieto y Mancera encabezaban una reunión en Los Pinos para firmar el Convenio para la Creación de la Comisión Ambiental de la Megalópolis entre los gobiernos del Distrito Federal, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y Estado de México. En esa reunión el presidente había expresado su reconocimiento a los diputados y senadores por aprobar las iniciativas “que tienen que ver con la Ley General de Educación y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación”. “Yo quiero dejar muy claro que mientras que para algunos el cuestionamiento se da por lo que no lograron, el Gobierno de la República reconoce lo que sí lograron”, subrayó el primer mandatario. Peña Nieto reiteró su reconocimiento a los legisladores por haber alcanzado acuerdos y haber aprobado ya dos de las tres leyes “que sin duda permitirán materializar el espíritu de la Reforma Educativa, que es para elevar la calidad de la educación que reciben nuestros niños y nuestros jóvenes”. Igualmente manifestó el mandatario su confianza e hizo votos “para que en breve también sea analizada y debatida, y en su caso aprobada, la nueva Ley General del Servicio Docente”. La reforma, dijo peña Nieto, “beneficia a los maestros porque está diseñada para brindarles estabilidad laboral, reglas claras y certeza para ascender dentro del Sistema Educativo Nacional”. Sin embargo, a esa hora unos siete mil maestros se habían movilizado para bloquear las vialidades del oriente y norte de la ciudad y mantener bloqueos en Paseo de la Reforma, donde está uno de los principales cruces de la capital, con la avenida Insurgentes. La declaración presidencial no tuvo ningún eco con los maestros de la Coordinadora. Peña Nieto había dicho que el Gobierno de la República era el primero en reconocer la importancia social de la labor de los maestros, que son formadores de las nuevas generaciones de mexicanos, “pero también la sociedad demanda que quienes tienen la vocación de educar estén comprometidos en brindarle a la niñez y a la juventud esas herramientas y esos elementos que serán fundamentales para que tengan oportunidades de desarrollo”. Hasta la noche del viernes en las oficinas del secretario de Gobernación, los líderes y el secretario Osorio Chong se reunieron y alcanzaron acuerdos para que la CNTE se reúna con diputados y senadores, quienes fueron perseguidos y puestos en huida por los maestros hasta sedes alternas en el poniente de la ciudad, para que revisen la reforma educativa y atiendan las propuestas de los mentores disidentes. Para el lunes están previstas las reuniones con los diputados y senadores, sin posibilidades de que se hagan cambios a la reforma educativa, cuya derogación exigen los militantes de la Coordinadora. El líder de los senadores priistas en el senado, Emilio Gamboa, advirtió que es “imposible” modificar la reforma constitucional, mientras que el senador ex priista, Manuel Bartlett Díaz, dijo lo contrario. Gamboa dijo que eran “falsas las expectativas” de los maestros de la CNTE.