Las ciudades del mundo producen juntas hasta 10.000 millones de toneladas de residuos por año y su falta de gestión inadecuada contamina el medioambiente y amenaza la salud y la biodiversidad, entre otros perjuicios. En el Día Mundial del Hábitat, el Secretario General llama a valerse de la tecnología para trasformar esos desechos en recursos que impulsen el desarrollo sostenible.
Las ciudades tienen una gran importancia en la carrera hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por ello es fundamental gestionarlas adecuadamente, dijo el Secretario General de la ONU este lunes en su mensaje para el Día Mundial del Hábitat.
António Guterres señaló que las urbes bien planificadas y gestionadas podrían propiciar el crecimiento inclusivo y el desarrollo poco contaminante, en cambio, -alertó- la urbanización rápida y sin control agrava problemas como la crisis del clima.
Según los datos del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), las ciudades del mundo producen juntas entre 7000 y 10.000 millones de toneladas de residuos cada año. En los países de renta baja, los municipios gastan cerca del 20% de sus presupuestos en la gestión de esos residuos y asignan un 3% al saneamiento; sin embargo, es una partida insuficiente para financiar los sistemas básicos de procesamiento. La recolección de residuos sólidos llega a menos de la mitad de la población y el 16% de la población urbana carece de acceso a servicios básicos de saneamiento.
Contaminación y enfermedades
A nivel mundial, un tercio de los residuos sólidos se arrojan al aire libre y sólo se recupera la quinta parte de ellos para reciclaje y compostaje, además de que el 80% de las aguas residuales descargan en los ríos.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplan la gestión de residuos como una emergencia que se debe atender para poder garantizar la prosperidad y sostenibilidad del planeta; sin embargo, esta falta de gestión adecuada de los desechos ha provocado una contaminación excesiva del aire, el suelo y el agua, amenazando la salud pública, los ecosistemas y la biodiversidad y ha acumulado cantidades enormes de basura en los océanos.
Las proyecciones indican que los plásticos matan a 100.000 animales marinos cada año y que una persona muere cada 30 segundos debido a enfermedades causadas por el mal manejo de los desechos como son la diarrea, la malaria, los padecimientos cardíacos y el cáncer.
Tecnología de punta
La respuesta a este complejo panorama podría estar en las tecnologías de punta y ese es precisamente el tema de la jornada mundial celebrada cada 7 de octubre.
El Secretario General recordó que las soluciones empiezan con gestos pequeños al alcance de todos, como reducir el volumen de desechos que producimos y cambiar la mentalidad para ver en esos desperdicios un recurso valioso que se puede reutilizar y reciclar.
“Las tecnologías de vanguardia pueden ofrecer respuestas mejores y más baratas a estos retos. Por ejemplo, gracias a la automatización y la inteligencia artificial podemos clasificar los materiales reciclables de manera más eficiente. Con el uso de sensores en embalajes inteligentes podemos reducir los desperdicios de alimentos”, citó Guterres.
Listó también las tecnologías que permiten transformar los desechos orgánicos en energías renovables y compost o que han hecho posible la fabricación de nuevos materiales tales como los plásticos biodegradables, que reducen el impacto ambiental.
Para fortalecer los trabajos en materia de gestión de desechos, ONU-Hábitat lleva a cabo la campaña “Waste Wise Cities” (ciudades que manejan de forma inteligente los desperdicios).
Parte de la iniciativa es invitar a las ciudades a reafirmar su compromiso con una serie de principios que incluyen la evaluación de la cantidad y tipo de basura que generan, mejorar su recolección, garantizar que el entorno sea seguro en términos de salud e implementar esquemas para producir energía a partir de los desechos.