El país norteamericano ha pasado de ser un lugar de tránsito al destino de miles de centroamericanos y venezolanos que huyen del crimen, la inestabilidad política y las dificultades económicas. La Agencia para los Refugiados está ayudando al Gobierno a procesar el creciente número de peticiones de asilo y a integrar a los refugiados en la sociedad mexicana.
El número de personas que llegan a la frontera sur de México huyendo de la violencia y las dificultades económicas “se está disparando”, alerta el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en un informe reciente.
En los tres primeros meses del año, 12.716 personas solicitaron asilo. La cifra es casi la mitad del total de 2018, cuando 29.600 personas pidieron protección.
Un 86% de los que han pedido asilo este año provienen de Honduras, El Salvador y Venezuela. “El brote de violencia en Nicaragua y el deterioro de la situación en Venezuela lleva cada vez a más personas de estos países a buscar protección en México”, dice la agencia.
Entre enero y marzo, las solicitudes de centroamericanos y venezolanos son las que más han aumentado con respecto al mismo periodo de 2018.
- Nicaragua: 1267%
- Honduras: 237%
- Guatemala: 224%
- El Salvador: 112%
- Venezuela: 71%
El informe de ACNUR señala que, cada vez más, México es visto como un país de destino y no solo de tránsito y consideran “que es probable que esta tendencia continúe”. Una de las razones es que los refugiados encuentran fácilmente trabajo en algunas zonas del país.
Hace dos años, esta agencia inició un programa de empleo e integración con resultados muy prometedores: el 92% de los participantes en edad de trabajar encontró un empleo, el 100% de los niños y adolescentes está escolarizado y el 60% de los participantes salió de la pobreza en un año. El programa se puso en marcha en Saltillo y Guadalajara y este año se llevará a Monterrey, Aguascalientes y, de forma limitada, a Tijuana.https://www.youtube.com/embed/7dhJgqnTIx0?enablejsapi=1&origin=https%3A%2F%2Fnews.un.org
Obstáculos para pedir asilo
ACNUR estima que el número de personas que necesitan protección es, en realidad, mucho mayor.
La ausencia de “protocolos de evaluación adecuados” y la “detención de las personas que piden asilo en la frontera” son importantes obstáculos para acceder al procedimiento de refugio.
Uno de los principales retos ha sido la falta de información sobre cómo solicitar la condición de refugiado. ACNUR, junto a otras agencias de la ONU y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) puso en marcha una plataforma única. “Confía en el Jaguar” es una página de Facebook en la que los oficiales de ACNUR responden a dudas.
Además, COMAR tiene una presencia “limitada” en el sur del país. Ante la falta de oportunidades para pedir asilo en la frontera, muchas personas optan por entrar irregularmente. Después toman peligrosas rutas hasta llegar a una oficina de COMAR. “Las mujeres y las niñas están riesgo de sufrir violencia sexual y de género”, indica ACNUR.
Los centroamericanos y venezolanos buscan ayuda en la red de unos 140 albergues situados en las principales rutas migratorias.
ACNUR está reforzando su presencia en México para ayudar a las autoridades mexicanas a procesar el creciente número de solicitudes. Trabajan para crear mecanismos para identificar y referir a las personas vulnerables, mejorar la atención en los albergues y facilitar la integración social.
La agencia ha solicitado a los donantes 59,6 millones de dólares, de los que, por el momento solo ha recibido un 4%, aunque en el informe indican que hay contribuciones “proyectadas” para 2019 que aún no se reflejan. Aun así, a ACNUR le preocupa que no haya podido obtener fondos “suficientes, previsibles, flexibles y plurianuales”.